Dragon KAMIKAZE ---- Primera temporada: El camino del dragon
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Dragon KAMIKAZE ---- Primera temporada: El camino del dragon
hola! esta ves les traigo un nuevo Fic que empeze hace unos dias, y ojala les guste, va a ser mi mejor creacion y va a ser larguisimo, eso se los aseguro. Bueno, comienzo con el prier capitulo (al final no hice prologo)......
Capitulo 1: La chica del cabello celeste
Era viernes por la mañana, y Kyouki se despertaba de un largo sueño, para ir al colegio. Se apresuró a vestirse con el mismo aburrido uniforme de siempre, camiseta blanca y un pantalon de gimnasia verde. Entro al baño, improviso una cola de caballo y disparo para la cocina.
-Buenos días, ma.-dijo apareciendo en la cocina.
-Buenos dias, Kyouki.-Respondio su madre, algo cansada.
Se sirvio un vaso de jugo de naranja y comio 2 o 3 galletas, luego volvio a su cuarto y organizo su mochila, que por alguna razon no habia preparado la noche anterior. Era un dia horrendo, las grises nubes tapaban el sol y advertian querer llover. Tomo su mochila de siempre, una camuflada que llevaba colgando a la cintura, con dos hermosos llaveros, y salio con su hermana Kimiko, a esperar el autobus.
Kyouki se sento sola, mirando porla ventana, y aprovecho para descansar. El viaje tardo una hora; eran las ocho de la mañana cuando Kyouki se bajo de este.Llego al salon sintiendose realmente mal, pero no tuvo mas remedio que hacer una sonrisa falsa, ya que, de otro modo, tendria que soportar que ocho chicas le preguntasen lo mismo, "Estas enojada conmigo?"Definitivamente la frase que mas detesta Kyouki.
-Hola.-dijo tirando la mochila sobre la mesa de su pupitre.
-Hola.-respondieron algunas de sus compañeras, las cuales estaban todas concentradas en una esquina del salon, mientras tres de ellas hablaban y reian , y las otras cinco miraban lo que hacian y sonreian tontamente, sin saber de que hablaban.
Kyouki es una chica astuta y simpatica, que no tiene miedo de decir la verdad, al contrario que sus compañeras. Con un caracter duro y explosivo, Kyouki se convirtio en la apartada, ya que sus compañeras la consideran agresiva, aun despues de que Kyouki cambio, y se convirtio en una persona mas calida y tranquila. Es valiente y capaz de encarar incluso a sus compañeros de salon, mientras que sus compañeras se quedan calladas y tratan de ignorar todo lo que les dicen. Su sensibilidad le da a menudo problemas para relacionarse, ya que cualquier cosa, hasta la mas minima le afecta radicalmente. Conocida como la mas alta de su curso, Kyouki es una chicca de complexion delgada, que, aunque es pesima corriendo, tiene una fuerza increible. Sus ojos son un verde grisaceo, mas grices que verdes, y pelo desmechado a la altura de sus hombros, y un mechon de pelo a cada lado, por la mitad de su torso, de color celeste-turquesa claro.
La primera clase del dia era Cs. Naturales, aunque como era el ultimo dia de clases, se la pasaron charlando, jugando al futbol, o haciendo cualquier otra cosa. El dia se habia espejado, y el hermoso sol de una mañana primaveral ilmunaba grandiosamente el verde cesped, que recubria gran parte del colegio. El arbol que habia al lado del salon de Kyouki tenia unas hojas que eran verdes de un lado, y blancas por el otro, y cuando la brisa hacia bailar las hojas, parecia que el arbol brillaba. Kyouki se habia sentado bajo ese arbol a leer un libro que tenia en su mochila. Cuando sono el timbre, volvio al salon, guardo el libro en la mochila, y se sento encima de la mesa de su pupitre. El resto del dia se paso rapido, por que no habia nada que hacer.
Volvio a su casa a la 1 de la tarde, como simpre. Tiro su mochila al lado de su cama y volvio a la sala para mirar television. La comida estuvo en 10 minutos. Cuando setaban a la mesa, Endo, el padre de Kyouki, aprovecho para contarles algo.
-Chicas, tengo una noticias.
Kyouki siguio comiendo tranquilamente, y Kimiko paro y escucho atentamente a su padre.
-Por razones de trabajo, vamos a mudarnos a otra ciudad.
Kyouki trago mal el jugo, y se atraganto.
-Hablas de mudarnos de pais?- pregunto Kyouki algo desesperada.
-Si.
Kyouki dejo el tenedor sobre la mesa, y se retiro. Corrio a su cuarto, se tiro en su cama, y se quedo dormida. Kyouki detestaba a sus compañeros de curso, pero no queria tener que empezar de nuevo en otra escuela. Ella decia que por lo menos sabia con quien se metia en ese colegio. Sus compañeros son el perfecto ejemplo de los ricachones de Londres, que creen que el mundo gira entorno a ellos, incluso Kyouki los habia escuchado mientras dicutian por quien tenia el mejor auto. Estaba en ese colegio, solo por que es el mejor de Londres, y sus padres podian pagarlo. Al despertar, su padre le explico bien y decidio aceptarlo, por que ya no podia hacer nada, se irian mañana.
bueno, ojala lo hayan disfrutado, chau!!
Capitulo 1: La chica del cabello celeste
Era viernes por la mañana, y Kyouki se despertaba de un largo sueño, para ir al colegio. Se apresuró a vestirse con el mismo aburrido uniforme de siempre, camiseta blanca y un pantalon de gimnasia verde. Entro al baño, improviso una cola de caballo y disparo para la cocina.
-Buenos días, ma.-dijo apareciendo en la cocina.
-Buenos dias, Kyouki.-Respondio su madre, algo cansada.
Se sirvio un vaso de jugo de naranja y comio 2 o 3 galletas, luego volvio a su cuarto y organizo su mochila, que por alguna razon no habia preparado la noche anterior. Era un dia horrendo, las grises nubes tapaban el sol y advertian querer llover. Tomo su mochila de siempre, una camuflada que llevaba colgando a la cintura, con dos hermosos llaveros, y salio con su hermana Kimiko, a esperar el autobus.
Kyouki se sento sola, mirando porla ventana, y aprovecho para descansar. El viaje tardo una hora; eran las ocho de la mañana cuando Kyouki se bajo de este.Llego al salon sintiendose realmente mal, pero no tuvo mas remedio que hacer una sonrisa falsa, ya que, de otro modo, tendria que soportar que ocho chicas le preguntasen lo mismo, "Estas enojada conmigo?"Definitivamente la frase que mas detesta Kyouki.
-Hola.-dijo tirando la mochila sobre la mesa de su pupitre.
-Hola.-respondieron algunas de sus compañeras, las cuales estaban todas concentradas en una esquina del salon, mientras tres de ellas hablaban y reian , y las otras cinco miraban lo que hacian y sonreian tontamente, sin saber de que hablaban.
Kyouki es una chica astuta y simpatica, que no tiene miedo de decir la verdad, al contrario que sus compañeras. Con un caracter duro y explosivo, Kyouki se convirtio en la apartada, ya que sus compañeras la consideran agresiva, aun despues de que Kyouki cambio, y se convirtio en una persona mas calida y tranquila. Es valiente y capaz de encarar incluso a sus compañeros de salon, mientras que sus compañeras se quedan calladas y tratan de ignorar todo lo que les dicen. Su sensibilidad le da a menudo problemas para relacionarse, ya que cualquier cosa, hasta la mas minima le afecta radicalmente. Conocida como la mas alta de su curso, Kyouki es una chicca de complexion delgada, que, aunque es pesima corriendo, tiene una fuerza increible. Sus ojos son un verde grisaceo, mas grices que verdes, y pelo desmechado a la altura de sus hombros, y un mechon de pelo a cada lado, por la mitad de su torso, de color celeste-turquesa claro.
La primera clase del dia era Cs. Naturales, aunque como era el ultimo dia de clases, se la pasaron charlando, jugando al futbol, o haciendo cualquier otra cosa. El dia se habia espejado, y el hermoso sol de una mañana primaveral ilmunaba grandiosamente el verde cesped, que recubria gran parte del colegio. El arbol que habia al lado del salon de Kyouki tenia unas hojas que eran verdes de un lado, y blancas por el otro, y cuando la brisa hacia bailar las hojas, parecia que el arbol brillaba. Kyouki se habia sentado bajo ese arbol a leer un libro que tenia en su mochila. Cuando sono el timbre, volvio al salon, guardo el libro en la mochila, y se sento encima de la mesa de su pupitre. El resto del dia se paso rapido, por que no habia nada que hacer.
Volvio a su casa a la 1 de la tarde, como simpre. Tiro su mochila al lado de su cama y volvio a la sala para mirar television. La comida estuvo en 10 minutos. Cuando setaban a la mesa, Endo, el padre de Kyouki, aprovecho para contarles algo.
-Chicas, tengo una noticias.
Kyouki siguio comiendo tranquilamente, y Kimiko paro y escucho atentamente a su padre.
-Por razones de trabajo, vamos a mudarnos a otra ciudad.
Kyouki trago mal el jugo, y se atraganto.
-Hablas de mudarnos de pais?- pregunto Kyouki algo desesperada.
-Si.
Kyouki dejo el tenedor sobre la mesa, y se retiro. Corrio a su cuarto, se tiro en su cama, y se quedo dormida. Kyouki detestaba a sus compañeros de curso, pero no queria tener que empezar de nuevo en otra escuela. Ella decia que por lo menos sabia con quien se metia en ese colegio. Sus compañeros son el perfecto ejemplo de los ricachones de Londres, que creen que el mundo gira entorno a ellos, incluso Kyouki los habia escuchado mientras dicutian por quien tenia el mejor auto. Estaba en ese colegio, solo por que es el mejor de Londres, y sus padres podian pagarlo. Al despertar, su padre le explico bien y decidio aceptarlo, por que ya no podia hacer nada, se irian mañana.
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Re: Dragon KAMIKAZE ---- Primera temporada: El camino del dragon
*o*
me encanta!!!!
inner: repetitiva
tu te callas ¬¬
espero el segundo capi ^^
quiero saber a donde se mudan ._.
CONTI!!!
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Re: Dragon KAMIKAZE ---- Primera temporada: El camino del dragon
bueno, llego el 2 capitulooo!!!!!!!!!!!!! wiii :]!!
aca se los dejo!
Kyouki y Kimiko se despertaron a las cuatro de la mañana para asi ayudar con la mudanza de los muebles al deposito. Habia monton de muebles, ya que vivian en una hermosa casa, con muebles de todo tipo. Importados de Escosia, y de Africa, unicos y antiguos, que su madre se negó a vender.
A las siete, salieron para el aereopuerto de Londres, para abordar el avion que los llevaria a Tokio. Kyouki observaba su ciudad por ultima ves, y pensaba en las cosas que le esperarian alla, donde sea que fuese.
El viaje fue algo largo. Kyouki se paso el viaje escuchando musica y viendo atraves de la ventanilla del avion.Su hermanita estaba atenta a la pelicula y no se perdio nada de ella. Su padre trabajaba con su portatil, y Christine, su madre, dormia placidamente. Se veian cosas asombrosas atraves de la ventana.
Montañas, rios, valles, planicies, desiertos, un sinfin de cosas extraordinarias, mas aun para una chica que jamas salio de Londres. Habia soñado con recorrer esos lugares, y buscaba fotografias en libros, mientras se imaginaba estar ahi. Los habia estudiado en el colegio tambien, pero conocerlos, era algo que estaba decidida a hacer.
El avion llego a Tokio a la una de la mañana, y el viaje a la pequeña villa tardaria una hora, aproximadamente. Ambas pequeñas quedaron desmayadas, por no haber dormido en el avion.
Pronto llegaron al pueblo. Kyouki no lo podia creer; era el lugar mas horrible que jamas pudo imaginar. Era un pueblito con tan solo 50 casas, un gran edificio blanco, parecido a un congreso, una plaza, cuyos arboles estaban pelados y marchitos, un hospital y algo parecido a una escuela.Todas las casas eran terriblemente feas, y estaban arruinadas.El establecimiento blanco, era practicamente gris, estaban sucias, viejas y manchadas por la humedad.La plaza parecia un lote chamuscado, con el pasto seco, y pocos juegos rotos y arruinados.La escuelita poseia un color agradable, pareciado a un celeste, con una gran puerta metalica de color negro.
Se dirijieron a su casa, la cual era pequeña, pero tenia 2 pisos. El piso era de madera oscura, y las paredes blancas. Tenia dos habitaciones, un baño, cocina y sala. Para fortuna de ellos, estaba amoblada, y bastante bien cuidada por dentro. En la sala habia una Tv, y enfrente un sillon rojo. Una alfombrita, la cual se encontraba bajo la mesa de comedor. Habia tambien una mesita con un florero. La cocina era chica, y tenia lo basico; horno, lavamanos, heladera, alacenas y un tacho de basura.
Kyouki y Kimiko subieron la hermosa escalera de pino, entraron en una habitacion que tenia dos camas, y dejaron sus valijas ahi. Prendieron la luz que habia en la mesita que habia entre las dos camas, y se acostaron mirandose mutuamente.
-Esto es horrible, Ky!-exclamo Kimiko angustiada.
-Yo pino lo mismo, pero no hay otra cosa que podamos hacer-contesto Kyouki con tristeza.
-Ojala mejore mañana-dijo mientras se daba la vuelta.
-Se que mañana sera un mejor dia-penso Kyouki mirando el techo.
ojala les haya gustado, nos vemos otro dia! chauuu!
aca se los dejo!
Kyouki y Kimiko se despertaron a las cuatro de la mañana para asi ayudar con la mudanza de los muebles al deposito. Habia monton de muebles, ya que vivian en una hermosa casa, con muebles de todo tipo. Importados de Escosia, y de Africa, unicos y antiguos, que su madre se negó a vender.
A las siete, salieron para el aereopuerto de Londres, para abordar el avion que los llevaria a Tokio. Kyouki observaba su ciudad por ultima ves, y pensaba en las cosas que le esperarian alla, donde sea que fuese.
El viaje fue algo largo. Kyouki se paso el viaje escuchando musica y viendo atraves de la ventanilla del avion.Su hermanita estaba atenta a la pelicula y no se perdio nada de ella. Su padre trabajaba con su portatil, y Christine, su madre, dormia placidamente. Se veian cosas asombrosas atraves de la ventana.
Montañas, rios, valles, planicies, desiertos, un sinfin de cosas extraordinarias, mas aun para una chica que jamas salio de Londres. Habia soñado con recorrer esos lugares, y buscaba fotografias en libros, mientras se imaginaba estar ahi. Los habia estudiado en el colegio tambien, pero conocerlos, era algo que estaba decidida a hacer.
El avion llego a Tokio a la una de la mañana, y el viaje a la pequeña villa tardaria una hora, aproximadamente. Ambas pequeñas quedaron desmayadas, por no haber dormido en el avion.
Pronto llegaron al pueblo. Kyouki no lo podia creer; era el lugar mas horrible que jamas pudo imaginar. Era un pueblito con tan solo 50 casas, un gran edificio blanco, parecido a un congreso, una plaza, cuyos arboles estaban pelados y marchitos, un hospital y algo parecido a una escuela.Todas las casas eran terriblemente feas, y estaban arruinadas.El establecimiento blanco, era practicamente gris, estaban sucias, viejas y manchadas por la humedad.La plaza parecia un lote chamuscado, con el pasto seco, y pocos juegos rotos y arruinados.La escuelita poseia un color agradable, pareciado a un celeste, con una gran puerta metalica de color negro.
Se dirijieron a su casa, la cual era pequeña, pero tenia 2 pisos. El piso era de madera oscura, y las paredes blancas. Tenia dos habitaciones, un baño, cocina y sala. Para fortuna de ellos, estaba amoblada, y bastante bien cuidada por dentro. En la sala habia una Tv, y enfrente un sillon rojo. Una alfombrita, la cual se encontraba bajo la mesa de comedor. Habia tambien una mesita con un florero. La cocina era chica, y tenia lo basico; horno, lavamanos, heladera, alacenas y un tacho de basura.
Kyouki y Kimiko subieron la hermosa escalera de pino, entraron en una habitacion que tenia dos camas, y dejaron sus valijas ahi. Prendieron la luz que habia en la mesita que habia entre las dos camas, y se acostaron mirandose mutuamente.
-Esto es horrible, Ky!-exclamo Kimiko angustiada.
-Yo pino lo mismo, pero no hay otra cosa que podamos hacer-contesto Kyouki con tristeza.
-Ojala mejore mañana-dijo mientras se daba la vuelta.
-Se que mañana sera un mejor dia-penso Kyouki mirando el techo.
ojala les haya gustado, nos vemos otro dia! chauuu!
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Re: Dragon KAMIKAZE ---- Primera temporada: El camino del dragon
aca les llego el 3 capitulo!!!!!!!!!!!!!!!!
Capitulo 3: L a ciudad oscura
Despertaron tarde, alrededor de las 11 AM. Amabas se vistieron y bajaron a desayunar, para luego salir a explorar la villa.
-Buenos días, chicas! durmieron bien?-preguntó felizmente Christine.
-Si, no me quejo...-respondió Kyouki aun con sueño.
Comió una tostada con miel, y bebió medio vaso de jugo de naranja, luego fue al baño a peinarse, y volvió a la sala para esperar a su hermana menor.
-Que tienen pensado hacer hoy?-pregunto Christine.
-Kyouki quiere recorrer la villa.-comento astutamente Kimiko, mientras comía su cereal.
-Kimiko...-susurro Kyouki algo molesta hacia su hermana.
-Me parece bien.-respondió su padre.
-Mm....
-Mama! tengo trece! no soy una niña!-dijo Kyouki enfadada por la actitud de su madre.
-Esta bien, déjalas.
-Vuelvan a la una, y recuerden la dirección, tercera casa de la séptima calle.
-Si, mami.-respondió Kimiko abriendo la gran puerta lustrada de caoba.
Ambas se encontraron con un ambiente decrepito y sucio
Parpadearon lentamente, y les costo aceptar que no soñaban una pesadilla, la Vivian.
Kyouki adelanto su pie derecho con miedo, y piso la vereda, a continuación, su hermana hizo lo mismo.
La puerta de su casa se cerró fuertemente con un golpe seco detrás de ellas, y Kimiko no pudo evitar pegar un leve saltito a causa de este.
Las dos hermanas se dirigieron a una pequeña y desastrosa plaza que se encontraba cercana a su casa, y ambas se sentaron en unos columpios arruinados, cuya pintura se les había saltado con el tiempo, y su madera se había abierto.
Kyouki esbozo una mirada de desesperanza alguna, mientras contemplaba horrorizada el paisaje muerto que sus ojos observaban.
Unas montañas grises se erguían a lo lejos, y una leve capa de cenizas recubría el césped marchito, al igual que a los troncos secos de los pelados árboles.
Las aves no cantaban, los niños no jugaban, la flora no crecía, la gente no salía; la ciudad había muerto.
-Nunca creí vivir para ver algo tan deprimente.-exclamo la pequeña, que tenia su cabeza agachada, mirando el suelo seco.
-Es cierto, es terrible.-agrego Kyouki.
-La gente de este pueblo no ha visto el sol en años, y tampoco han sonreído desde entonces.-concluyo una voz que provenía de los árboles.
Kyouki se paro de su columpio y adelanto unos pasos, cuando logro distinguir a una joven de su misma edad, apoyada suavemente sobre la corteza un viejo sauce.
La muchacha era tan grácil como una pluma, y robusta como una piedra.
Tenía su hermoso cabello color azabache recogido en una cola de caballo, que llegaba hasta la mitad de su torso y dos mechones que llegaban hasta su cadera, uno más largo que el otro.
Sus ojos azul marino resplandecían como ninguna otra cosa en el lugar, haciendo un contraste perfecto con el blanco de su piel.
Traía ropa común y poco lujosa; una camiseta gris con mangas que sobrepasaban el largo de sus brazos, y una falda de igual color que sus ojos, que llegaba poco antes de la rodilla.
Se despego suavemente del árbol, y camino lentamente hacia ambas chicas, que se sintieron intimidadas por su frívola mirada.
-Quien eres?-pregunto Kimiko con valentía.
-Mi nombre es Kashuka Yamato, y supongo saber sus nombres, Kimiko y Kyouki, verdad?
-Si...-respondió Kyouki impresionada.
-Ambas nacieron en Londres, me equivoco?
-Claro que no!-respondió Kimiko con entusiasmo falso.
-Ah! y su apellido es Mioto, o no?
Kyouki miro atentamente a la joven, y sonrió.
-Así es.
-Nunca me equivoco cuando se trata de identificar aprendices.-presumió la pelinegra.
-Aprendices?-pregunto Kimiko con curiosidad.
-No lo sabes?
-Saber que?-pregunto Kyouki.
-Pues, déjame explicártelo.
Kashuka tomo a Kyouki de la mano, las tres caminaron hacia el gran edificio blanco que había mencionado anteriormente.
Era enorme, y precioso por dentro, estaba lleno de estanterías con libros de cualquier tema, e incontables mesas, con su cuatro sillas correspondientes.
Se sentaron en la mesa más cercana a las estanterías, y Kashuka tomo un gran libro sin tapa, que había en la cuarta estantería.
-Esto es. Todo lo que un aprendiz de domador de dragón debe saber al respecto de eso.-dijo soltando el libro sobre la mesa, haciendo un estrepitoso ruido.
-Debo leer eso?-pregunto Kyouki algo preocupada.
-si, pero te lo explicare.
-Y, entonces para que lo sacaste?
-Me gusta oír el ruido que hace al caer sobre la mesa.
Kyouki noto que había algo raro en ella, porque, aunque parecía querer reír, no podía.
Kashuka se acomodo en su silla, aparto el libro, y comenzó a explicar.
ojala lo hayan disfrutado mucho, nos vemos otro dia!!!!, chauuuuuu!
Capitulo 3: L a ciudad oscura
Despertaron tarde, alrededor de las 11 AM. Amabas se vistieron y bajaron a desayunar, para luego salir a explorar la villa.
-Buenos días, chicas! durmieron bien?-preguntó felizmente Christine.
-Si, no me quejo...-respondió Kyouki aun con sueño.
Comió una tostada con miel, y bebió medio vaso de jugo de naranja, luego fue al baño a peinarse, y volvió a la sala para esperar a su hermana menor.
-Que tienen pensado hacer hoy?-pregunto Christine.
-Kyouki quiere recorrer la villa.-comento astutamente Kimiko, mientras comía su cereal.
-Kimiko...-susurro Kyouki algo molesta hacia su hermana.
-Me parece bien.-respondió su padre.
-Mm....
-Mama! tengo trece! no soy una niña!-dijo Kyouki enfadada por la actitud de su madre.
-Esta bien, déjalas.
-Vuelvan a la una, y recuerden la dirección, tercera casa de la séptima calle.
-Si, mami.-respondió Kimiko abriendo la gran puerta lustrada de caoba.
Ambas se encontraron con un ambiente decrepito y sucio
Parpadearon lentamente, y les costo aceptar que no soñaban una pesadilla, la Vivian.
Kyouki adelanto su pie derecho con miedo, y piso la vereda, a continuación, su hermana hizo lo mismo.
La puerta de su casa se cerró fuertemente con un golpe seco detrás de ellas, y Kimiko no pudo evitar pegar un leve saltito a causa de este.
Las dos hermanas se dirigieron a una pequeña y desastrosa plaza que se encontraba cercana a su casa, y ambas se sentaron en unos columpios arruinados, cuya pintura se les había saltado con el tiempo, y su madera se había abierto.
Kyouki esbozo una mirada de desesperanza alguna, mientras contemplaba horrorizada el paisaje muerto que sus ojos observaban.
Unas montañas grises se erguían a lo lejos, y una leve capa de cenizas recubría el césped marchito, al igual que a los troncos secos de los pelados árboles.
Las aves no cantaban, los niños no jugaban, la flora no crecía, la gente no salía; la ciudad había muerto.
-Nunca creí vivir para ver algo tan deprimente.-exclamo la pequeña, que tenia su cabeza agachada, mirando el suelo seco.
-Es cierto, es terrible.-agrego Kyouki.
-La gente de este pueblo no ha visto el sol en años, y tampoco han sonreído desde entonces.-concluyo una voz que provenía de los árboles.
Kyouki se paro de su columpio y adelanto unos pasos, cuando logro distinguir a una joven de su misma edad, apoyada suavemente sobre la corteza un viejo sauce.
La muchacha era tan grácil como una pluma, y robusta como una piedra.
Tenía su hermoso cabello color azabache recogido en una cola de caballo, que llegaba hasta la mitad de su torso y dos mechones que llegaban hasta su cadera, uno más largo que el otro.
Sus ojos azul marino resplandecían como ninguna otra cosa en el lugar, haciendo un contraste perfecto con el blanco de su piel.
Traía ropa común y poco lujosa; una camiseta gris con mangas que sobrepasaban el largo de sus brazos, y una falda de igual color que sus ojos, que llegaba poco antes de la rodilla.
Se despego suavemente del árbol, y camino lentamente hacia ambas chicas, que se sintieron intimidadas por su frívola mirada.
-Quien eres?-pregunto Kimiko con valentía.
-Mi nombre es Kashuka Yamato, y supongo saber sus nombres, Kimiko y Kyouki, verdad?
-Si...-respondió Kyouki impresionada.
-Ambas nacieron en Londres, me equivoco?
-Claro que no!-respondió Kimiko con entusiasmo falso.
-Ah! y su apellido es Mioto, o no?
Kyouki miro atentamente a la joven, y sonrió.
-Así es.
-Nunca me equivoco cuando se trata de identificar aprendices.-presumió la pelinegra.
-Aprendices?-pregunto Kimiko con curiosidad.
-No lo sabes?
-Saber que?-pregunto Kyouki.
-Pues, déjame explicártelo.
Kashuka tomo a Kyouki de la mano, las tres caminaron hacia el gran edificio blanco que había mencionado anteriormente.
Era enorme, y precioso por dentro, estaba lleno de estanterías con libros de cualquier tema, e incontables mesas, con su cuatro sillas correspondientes.
Se sentaron en la mesa más cercana a las estanterías, y Kashuka tomo un gran libro sin tapa, que había en la cuarta estantería.
-Esto es. Todo lo que un aprendiz de domador de dragón debe saber al respecto de eso.-dijo soltando el libro sobre la mesa, haciendo un estrepitoso ruido.
-Debo leer eso?-pregunto Kyouki algo preocupada.
-si, pero te lo explicare.
-Y, entonces para que lo sacaste?
-Me gusta oír el ruido que hace al caer sobre la mesa.
Kyouki noto que había algo raro en ella, porque, aunque parecía querer reír, no podía.
Kashuka se acomodo en su silla, aparto el libro, y comenzó a explicar.
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Re: Dragon KAMIKAZE ---- Primera temporada: El camino del dragon
WIIII me levantaron el castigo y volvi =D
me gustaron los capis ^^
espero la conti *o*
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Re: Dragon KAMIKAZE ---- Primera temporada: El camino del dragon
holap!!
jeje, aca vengo con 4 capitulo, ojala les guste!!
Capitulo 4: Es secreto de los dragones
Kashuka comenzo su larga explicacion.
-Ejem, no se por donde comenzar...
-Comienza diciendonos que es eso de los aprendices.-exiguio amablemente Kimiko.
-Claro, si, comenzare alli. Bueno, un aprendiz de domador de dragon es aquel que se prepara para convertirse en un domador de dragon. Los domadores de dragon son personas que poseen un dragon como guardian, y lo utilizan, junto con sus habilidades unicas sobre un elemento en especifico, para mantener el equilibrio de la villa y sus alrededores, mediante misiones y encargos. Actualmente, solo una octava parte de la aldea es visible, me refiero, a que la oscuridad que la rodea bloquea una gran parte, negando tambien el acceso. Antes, todo era hermoso, habia arboles por doquier, pastos verdes, aves de todo tipo, y los arboles de cerezo mas hermosos del Japon. Cataratas, bosques, de todo; era un pequeño y humilde paraiso. Ah, cierto, un 45% de la poblacion tiene un dragon guardian, pero hay menos domadores desde hace tiempo.
-Y... explicame eso de los dragones.-dijo kimiko algo estresada.
-Bueno, desde hace milenios, existen clanes que proceden de los grandes dioses ancestrales, los cuales les otorgaron guardianes, en este caso dragones. Existen diferentes tipos de dragones, segun el aura de la persona. Los de agua pertenecen a las personas mas iluminadas, que suelen ser simpaticas. Los de tierra pertenecen a las personas valientes, que carecen del miedo. Los de fuego suelen pertenecer a las personas agiles e inteligentes. Los de aire pertenecen a las personas despreocupadas y espontaneas. Y por ultimo, los oscuros, pertenecen a la gente cruel y despiadada, pero solo en raras ocasiones. ¡Ah! si, ¡por poco y lo olvido! Existen 3 tipos de dragones unicos, el de la luz, el de la nieve, y el de la muerte. Son casos especiales, y elegidos especialemente. El primero, pertenece a Aarghon, la segunda a Reetha, y el tercero a Matsui. Los tres son los unicos que han logrado convertirse en Maestros dragon.
-Increible.-exclamo sorprendida la muchacha de ojos verdes.
-Y estos tres, ¿que hacen?
-Ellos son los encargados de mantener el equilibrio natural y espiritual de la villa.
Aarghon es el encargado de cada ser vivo, Reetha de la naturaleza y sus cambios, y Matsui, bueno, el del inframundo.
-Explicanos mas sobre lo que somos...-dijo la pequeña.
-Querras decir, lo que Kyuoki es...-corrigio con tranquilidad la morocha.
-Espera, ¿quieres decir que yo no tengo un guardian?-pregnto exaltada.
-Bueno, en los clanes, una de dos personas tiene uno, no todas.-explico la muchacha de piel palida. En este caso, Kyouki...-e hizo un pausa.
Kimiko bajo la cabeza y se dispuso a levantarse de su asiento.
-...pero en ocasiones, los que no tienen guardian, nacen con un aura magica, y se convierten en brujas o magos.-continuo esta.
Esta le devolviola mirada a la muchacha, y le miro con asombro, mientras se volvia a sentar.
-¿Crees que puedo ser una bruja?-pregunto con entusiasmo.
-Hay que ver... bueno, continuo. Los aprendices deben asistir a unas clases especiales, en las cuales se les enseña las habilidades basicas y se orientaran antes de convertirse en domadores. El primer dia te entregan tu guardian.
-¿Ellos lo tienen?-pregunto Kyuoki con cara extraña.
-Bueno, los 3 maestros, que tambien integran el consejo dragon, cuidan de estos hasta que son entregados a sus respectivos acompañantes.
-Eso me deja mas tranquila...
-No hay de que preocuparse.
-Si...¿¡Que diran mis padres!?-exclamo algo exaltada.
Kashuka cerro los ojos y comenzo a recitar una serie de palabras y frases enredadisas.
-¿Que haces?-pregunto kimiko mirando raro a la muchahca de piel palida.
-Me concentro.-respondio con sus ojos aun cerrados.
Permanecio asi unos minutos, cuando sus ojos se abrieron derrepente.
-No habra problema.
-¿Porque lo dices?-pregunto la peli celeste
-Porque mi padre lo conoce, y no creo que tenga problema.
-¿Y que hay con nuestra madre?-pregunto Kimiko.
-Nose, no la conosco.
-¡Ahy! ¡cierto! ¡casi lo olvido! ¡tenemos que irnos ya!-exclamo la muchacha de cabello corto parandose de su asiento junto con su hermana menor.
-¡Espera Kyouki! Las clases de la academia empiezan en 3 dias, y mañana por la tarde ire a buscarte.-dijo parandose tambien de su asiento. Ah, y recuerda traer algo mas... comodo.-agrego mirando los caros jeans que traia puesto, junto con una lujosa camiseta violeta.
Se despidieron rapidamente, y se diriguieron cada una hacia sus respectivas casas.
Suspiro mirando el suelo.-Cada ves son peores...-susurro la muchacha de ojos oscuros que se alejaba.
Ambas muchachas llegaron a su casa, en la cual sus padres las esperaban con el almuerzo.
-¿Como les fue?-pregunto su madre mientras colocaba una olla de fideos sobre la mesa.
-Bien-dijo la ojiverde desganada.
-Conocimos a una chica muy simpatica...-comento la pequeña joven con una mogolla de pan en la boca.
-Ah, y ¿cual es su nombre?
-Se llama Kashuka Yamato.-contesto de nuevo la pequeña.
Christine miro preocupada a su esposo, y se volvio hacia las chicas.
-Conoci a un hombre con ese apellido cuando vivia aqui, son buena gente.-dijo su padre, quien estaba sentado en la cabecera de la mesa.
-Sobre eso...-agrego Kyouki. Ella nos conto algo sobre mi.
-¿Que puede saber ella sobre ti que tu no sepas ya?-pregunto su madre exaltada.
-Algo que, no sabiamos hasta ahora.-respondio.
Christine, quien es una mujer paciente y perseverante, trago saliva, mientras miraba a las chicas preocupada. Se hiso un minuto de silencio.
-Como que soy un aprendiz de dragon...-agrego de nuevo la peli celeste.
Su padre suspiro.
-Es cierto, pero debes saber que teniamos la intencion de decirtelo, estuvimos planeandolo desde hace unas semanas.
Kyouki, que es una muchacha paciente igual que su madre, y prefiere escuchar lo que dice la gente antes de gritar o salir corriendo, miraba a su padre muy confiada de que lo que decia era nada mas que la verdad.
-De todas formas ya lo se...-comento comiendo. Ah, si, las clases comienzan en 3 dias.
-Cierto, habra que preparar las cosas.-dijo endo con un poco de entusiasmo.
-Primero terminemos de almorzar...-dijo su madre, que hasta ahora se sentaba a la mesa.
jojo! ojala les alla gustado!! dejen omentarios!
chauses!!
jeje, aca vengo con 4 capitulo, ojala les guste!!
Capitulo 4: Es secreto de los dragones
Kashuka comenzo su larga explicacion.
-Ejem, no se por donde comenzar...
-Comienza diciendonos que es eso de los aprendices.-exiguio amablemente Kimiko.
-Claro, si, comenzare alli. Bueno, un aprendiz de domador de dragon es aquel que se prepara para convertirse en un domador de dragon. Los domadores de dragon son personas que poseen un dragon como guardian, y lo utilizan, junto con sus habilidades unicas sobre un elemento en especifico, para mantener el equilibrio de la villa y sus alrededores, mediante misiones y encargos. Actualmente, solo una octava parte de la aldea es visible, me refiero, a que la oscuridad que la rodea bloquea una gran parte, negando tambien el acceso. Antes, todo era hermoso, habia arboles por doquier, pastos verdes, aves de todo tipo, y los arboles de cerezo mas hermosos del Japon. Cataratas, bosques, de todo; era un pequeño y humilde paraiso. Ah, cierto, un 45% de la poblacion tiene un dragon guardian, pero hay menos domadores desde hace tiempo.
-Y... explicame eso de los dragones.-dijo kimiko algo estresada.
-Bueno, desde hace milenios, existen clanes que proceden de los grandes dioses ancestrales, los cuales les otorgaron guardianes, en este caso dragones. Existen diferentes tipos de dragones, segun el aura de la persona. Los de agua pertenecen a las personas mas iluminadas, que suelen ser simpaticas. Los de tierra pertenecen a las personas valientes, que carecen del miedo. Los de fuego suelen pertenecer a las personas agiles e inteligentes. Los de aire pertenecen a las personas despreocupadas y espontaneas. Y por ultimo, los oscuros, pertenecen a la gente cruel y despiadada, pero solo en raras ocasiones. ¡Ah! si, ¡por poco y lo olvido! Existen 3 tipos de dragones unicos, el de la luz, el de la nieve, y el de la muerte. Son casos especiales, y elegidos especialemente. El primero, pertenece a Aarghon, la segunda a Reetha, y el tercero a Matsui. Los tres son los unicos que han logrado convertirse en Maestros dragon.
-Increible.-exclamo sorprendida la muchacha de ojos verdes.
-Y estos tres, ¿que hacen?
-Ellos son los encargados de mantener el equilibrio natural y espiritual de la villa.
Aarghon es el encargado de cada ser vivo, Reetha de la naturaleza y sus cambios, y Matsui, bueno, el del inframundo.
-Explicanos mas sobre lo que somos...-dijo la pequeña.
-Querras decir, lo que Kyuoki es...-corrigio con tranquilidad la morocha.
-Espera, ¿quieres decir que yo no tengo un guardian?-pregnto exaltada.
-Bueno, en los clanes, una de dos personas tiene uno, no todas.-explico la muchacha de piel palida. En este caso, Kyouki...-e hizo un pausa.
Kimiko bajo la cabeza y se dispuso a levantarse de su asiento.
-...pero en ocasiones, los que no tienen guardian, nacen con un aura magica, y se convierten en brujas o magos.-continuo esta.
Esta le devolviola mirada a la muchacha, y le miro con asombro, mientras se volvia a sentar.
-¿Crees que puedo ser una bruja?-pregunto con entusiasmo.
-Hay que ver... bueno, continuo. Los aprendices deben asistir a unas clases especiales, en las cuales se les enseña las habilidades basicas y se orientaran antes de convertirse en domadores. El primer dia te entregan tu guardian.
-¿Ellos lo tienen?-pregunto Kyuoki con cara extraña.
-Bueno, los 3 maestros, que tambien integran el consejo dragon, cuidan de estos hasta que son entregados a sus respectivos acompañantes.
-Eso me deja mas tranquila...
-No hay de que preocuparse.
-Si...¿¡Que diran mis padres!?-exclamo algo exaltada.
Kashuka cerro los ojos y comenzo a recitar una serie de palabras y frases enredadisas.
-¿Que haces?-pregunto kimiko mirando raro a la muchahca de piel palida.
-Me concentro.-respondio con sus ojos aun cerrados.
Permanecio asi unos minutos, cuando sus ojos se abrieron derrepente.
-No habra problema.
-¿Porque lo dices?-pregunto la peli celeste
-Porque mi padre lo conoce, y no creo que tenga problema.
-¿Y que hay con nuestra madre?-pregunto Kimiko.
-Nose, no la conosco.
-¡Ahy! ¡cierto! ¡casi lo olvido! ¡tenemos que irnos ya!-exclamo la muchacha de cabello corto parandose de su asiento junto con su hermana menor.
-¡Espera Kyouki! Las clases de la academia empiezan en 3 dias, y mañana por la tarde ire a buscarte.-dijo parandose tambien de su asiento. Ah, y recuerda traer algo mas... comodo.-agrego mirando los caros jeans que traia puesto, junto con una lujosa camiseta violeta.
Se despidieron rapidamente, y se diriguieron cada una hacia sus respectivas casas.
Suspiro mirando el suelo.-Cada ves son peores...-susurro la muchacha de ojos oscuros que se alejaba.
Ambas muchachas llegaron a su casa, en la cual sus padres las esperaban con el almuerzo.
-¿Como les fue?-pregunto su madre mientras colocaba una olla de fideos sobre la mesa.
-Bien-dijo la ojiverde desganada.
-Conocimos a una chica muy simpatica...-comento la pequeña joven con una mogolla de pan en la boca.
-Ah, y ¿cual es su nombre?
-Se llama Kashuka Yamato.-contesto de nuevo la pequeña.
Christine miro preocupada a su esposo, y se volvio hacia las chicas.
-Conoci a un hombre con ese apellido cuando vivia aqui, son buena gente.-dijo su padre, quien estaba sentado en la cabecera de la mesa.
-Sobre eso...-agrego Kyouki. Ella nos conto algo sobre mi.
-¿Que puede saber ella sobre ti que tu no sepas ya?-pregunto su madre exaltada.
-Algo que, no sabiamos hasta ahora.-respondio.
Christine, quien es una mujer paciente y perseverante, trago saliva, mientras miraba a las chicas preocupada. Se hiso un minuto de silencio.
-Como que soy un aprendiz de dragon...-agrego de nuevo la peli celeste.
Su padre suspiro.
-Es cierto, pero debes saber que teniamos la intencion de decirtelo, estuvimos planeandolo desde hace unas semanas.
Kyouki, que es una muchacha paciente igual que su madre, y prefiere escuchar lo que dice la gente antes de gritar o salir corriendo, miraba a su padre muy confiada de que lo que decia era nada mas que la verdad.
-De todas formas ya lo se...-comento comiendo. Ah, si, las clases comienzan en 3 dias.
-Cierto, habra que preparar las cosas.-dijo endo con un poco de entusiasmo.
-Primero terminemos de almorzar...-dijo su madre, que hasta ahora se sentaba a la mesa.
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sakura-chan- Administrador
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Re: Dragon KAMIKAZE ---- Primera temporada: El camino del dragon
aqui llego el 5 capituliito!!
disfrutenlo!!
Capitulo 5: El resto de la banda...
Era temprano, cuando una muchacha con dos gruesas coletas, y un flequillo que le cubría la frente color castaño claro, con un camisón de color amarillo claro, que caía en un hombro, con un peluche de osito al que le faltaba un ojo, bajaba por la escalera de pino, mientras se rascaba un ojo.
El sol irradiaba la casa con un aire de felicidad, hasta que uno se asomaba por la ventana y observaba el frívolo paisaje muerto y gris que se extendía a lo lejos.
La pequeña dejo con suavidad al osito sobre la mesa, y camino hacia la heladera.
Su camisón era tan largo que no dejaba ver sus pies, y parecía que resbalaba en el piso, en ves de caminar.
Tomo una jarra de jugo y se sirvió hasta el borde en un vaso de vidrio.
Saco un paquete de galletitas, se los llevo ambos a la mesa, los coloco sobre esta, y se dispuso a desayunar.
Pasados unos minutos, Christine también se levanto, seguida de su esposo, que salía a comprar la comida para el almuerzo.
Al parecer, Kyouki era la única que seguía dormida, quien armo un escándalo cuando se despertó, y vio que ya eran las once de la mañana.
-¿Porque no me despertaron?-pregunto con enojo la muchacha del cabello celeste, quien traía su cabello atado en una cola de caballo.
-Porque te pones de mal humor...-dijo la pequeña tomando un sorbo de jugo. Aunque hoy no hubiese habido mucha diferencia...-continuo sarcásticamente.
-Que risa Kimiko...-respondió esta haciéndole burla.
-No empiecen a pelear desde temprano...-quejo Christine.
-No vengo con ánimos de pelear.-dijo Kyouki abriendo la heladera.
Saco algo para comer, y luego se fue a su cuarto.
Comenzó a tomar jugo con tranquilidad, mientras escuchaba música.
Luego de que termino, se empezó a vestir.
Se puso una camiseta de color blanco, de manga corta, unos shorts muy cortitos de jean, un chaleco rojo que le llegaba un poco antes de la rodilla y unas zapatillas blancas.
Se dejo el cabello atado, y bajo de nuevo, para almorzar.
-Te sienta bien esa ropa...-dijo su madre con una sonrisa en el rostro.
-Si, a una ballena también...-comento sarcásticamente la castaña, sin siquiera voltear a verle.
-Jaja, que gracia que me causa...-dijo la peli celeste, siguiendo el sarcasmo de su hermana menor.
Se sentó a la mesa, poniéndole fin a la sarcástica conversación.
No tardo más de diez minutos en levantarse para dejar el plato en la mesada de la cocina.
Se dirigió al sillón y se recostó sobre el a mirar televisión.
Habrán pasado aproximadamente 2 horas, cuando se escucho el timbre de la puerta.
-Buenos días...-dijo una muchacha alta, de cabello negro y ojos azules como el cielo nocturno.
-Buenos días, tu debes ser Kashuka, ¿verdad?-pregunto con curiosidad Christine.
-Si, ¿se encuentra por casualidad Kyouki?-pregunto cortes mente, sin expresión alguna en su rostro.
-Claro, pasa...-dijo calidamente, dejándola pasar dentro del hogar.
-Tiene usted una hermosa casa.-admiro la joven muchacha.
-Gracias, eres muy cortes.-exclamo la mujer.
Christine despertó lentamente a su hija, quien dormía placidamente en el sillón color carmín.
-¿Ammm?-exclamo Kyouki despertándose, con cara adormilada.
-Una amiga te busca...-dijo bajito y lento a la muchacha recién levantada.
Se despejo los ojos, se sentó en el sillón, y logro ver a la muchacha que estaba parada al lado de la puerta, con una expresión monótona en el rostro.
-Ah, Kashuka...-dijo la ojiverde algo desorientada.
-Kyouki...-respondió esta con impresión.
Se levanto rápidamente y prosiguió a correr hacia el baño, el cual estaba en el segundo piso de la casa.
En el mismo momento que Kyouki llego al segundo piso, una silueta apareció por una puerta que había al lado de esta.
-Debes ser Kashuka...-dijo el hombre con una sonrisa calida.
-Si, y usted Endo, ¿cierto?-dijo con gran cortesía.
-Mmmm, veo que me conoces, sabes, conocí a tu padre... se llamaba...-dijo llevándose la mano al mentón, tratando de recordar algo.
-Hosuke.-afirmo la muchacha apresuradamente, antes de que el respondiese.
-Si... lo recuerdo bien...
En este momento Christine se encontraba perdida, y no sabia de que estaban hablando, pero trataba de sonreír de todas formas.
-Y... ¿como esta Suh?-pregunto Endo tratando de seguir la conversación.
-Bien, últimamente trabaja mucho mas que de costumbre.-respondió esta, tomando su antebrazo derecho con su mano izquierda, tratando de parecer amable o alegre.
-Creo que debería conocerla algún día.-dijo Christine con un tono simpático y alegre, tratando de entrar en la conversación.
Endo la miro, y con la mirada trato de advertirle que no siga hablando mas, mientras Kashuka tosía suavemente, mirando la esquina inferior de la casa.
-Suh es la guardiana de mi padre... ella es un dragón...-dijo Kashuka con un pequeño e inadvertible enfado. Mi madre falleció hace unos años.-agrego luego de unos segundos de vacilación.
Christine trago saliva, y miro preocupada a su marido quien tenia una expresión de incomodidad dibujada en el rostro.
-L..Lo lamento...-dijo la mujer tratando de disculparse.
-No es su culpa, y no estoy molesta, sucedió, nada mas...-dijo volviendo a su postura inicial.
En ese momento Kyouki bajaba por las escaleras a toda velocidad.
Cruzo por entre medio sus padres, tomando a Kashuka de la mano, para ambas salir rápido de la casa.
-¿Que sucedió? ¿Por que me sacaste tan bruscamente?-pregunto Kashuka soltándose de Kyouki.
-Kimiko estaba despertando...-dijo tratando de bajar un poco la ves.
Kashuka frunció el ceño, y desvió la mirada por unos segundos, mientras caminaban.
La tarde estaba bastante fresca en comparación a otros días, y soplaba una gentil y dulce brisa.
Ambas caminaban por la vereda de la cuadra de Kyouki, mientras la ojiverde observaba con desilusión en frío, seco y desolado paisaje gris que se elevaba en el horizonte.
-Y... ¿a donde es que vamos?-pregunto algo nerviosa.
-Ya veras...-respondió misteriosamente la muchacha, que de por si, era misteriosa.
Esta ves traía su largo y negro cabello suelto, que se balaceaba a un ritmo balanceado y delicado.
En un momento, cuando habían caminado unas cuantas cuadras, se divisaban tres jóvenes que estaban en una plaza, parados junto a un árbol.
Había una muchacha, que tenia el cabello negro con mechas fucsia y violeta, atado en dos coletas cortas y altas, luciendo dos grandes y hermosos ojos color carmesí, que inspiraban temor en la gente.
Traía puesto una camiseta vieja y rota de color negro, una minifalda de jean negro, amplia, con volados de color violeta, dos botas grandes y pesadas color negro, y unas medias fucsia algo rotas.
Lucia también unas pulseras blancas y negras en ambos brazos, junto a otras muchas que tenia en el brazo derecho.
Sus labios estaban pintados de un color negro, y sus ojos delineados con negro, el cual realzaba dramáticamente sus ojos rojos sangre.
Uno de los muchachos que estaba junto a esta joven, tenia el cabello castaño, con algunos toques rubios, unos ojos de color miel, que parecían sonreír con dulzura y una bandita blanca pagada en la mitad de la nariz, de forma horizontal.
Una chaqueta de color azul oscuro, con algunas rayas blancas en las magas, y un pantalón del mismo conjunto, junto a unas zapatillas negras, eras la vestimenta de este.
Sonería simpáticamente a las muchachas que se acercaban, esperando con ansias preguntar el nombre de la nueva joven.
El único joven restante tenía una cara de despreocupación total, con cabello blanco, con toque de gris claro, y unos ojos de color celeste claro.
Tenía su cabello recogido en una cola de caballo baja, y tenia un leve flequillo que solo cubría un parte de sus ojos.
Traía puesto un jersey gris, y un pantalón de gimnasia de color negro, contando también unas zapatillas blancas, al parecer recientemente adquiridas.
La muchacha que se encontraba allí volteo a verlas, y sonrió engreídamente.
-Miren quien llego...-dijo presumidamente la muchacha.
-Kirai...-dijo chocando miradas con ella, mientras que proseguía a saludar al resto.
-Y, ¿quien es la nueva?-dijo el muchacho de ojos miel, tratando de parecer importante o superior.
Kyouki, quien miraba detenidamente el extraño y gótico estilo de la muchacha que conoció recientemente, volteo a ver al muchacho de ojos miel, y le sonrió.
-Mi nombre es Kyouki Mioto.-dijo con una clara simpatía.
-Un gusto, mi nombre es Ryo Hasumo.-dijo alegre, con una amplia sonrisa que mostraba todos sus dientes.
Kyouki rió un poco y volvió la mirada al muchacho que miraba tan despreocupadamente la escena.
-Hola, tu eres...-dijo esperando una respuesta por parte del muchacho.
-Ah, si, cierto, soy Nishi Shiraishi.-respondió el muchacho vagamente, casi sin prestarle atención.
-No me presente...-dijo la joven gótica estrechando una mano. Soy Kirai Nakamura.-dijo con la misma superioridad que antes.
-Un placer...-respondió Kyouki.
Los cinco comenzaron una conversación entrecortada, ya que, de ves en cuando se formaban grandes silencios, que Kyouki trataba de tapar diciendo algo.
-Y... tu Kyouki, ¿cual es tu elemento?-pregunto Ryo con curiosidad.
-Mmmm, aun no lo se...-respondió tratando de recordar lo que Kashuka le dijo el día anterior.
-Ja, aun no lo tienes, que pena...-dijo la ojisangre con un tono que a cualquier persona le resultaría desagradable y engreído.
-Bueno, es solo que llegue aquí hace 2 días...-agrego rápidamente, casi sin dejar hablar a la otra muchacha.
-Espero que el tuyo sea uno bueno...-dijo Ryo con simpatía.
-Y, sobre eso... ¿cual es su elemento?-pregunto peliceleste algo nerviosa.
-El mío es de tierra...-dijo Kashuka sin darle mucha importancia al tema.
-Jeje, yo soy de fuego.-dijo con animo el castaño.
-El mío es oscuro.-dijo la gótica, como si estuviese orgullosa de ello.
-Ehm, ah si, el mío el de aire...-respondió Nishi algo perdido.
-Uau... ¿ninguno es de agua?
-No, no conocemos a ninguno, a lo mejor ya se extinguieron...-comento Kirai.
Siguieron con su entrecortada conversación, hasta que se hizo tarde, y Kashuka acompaño de vuelta a la ojiverde hacia su casa.
-Recuerda que en 2 días comienzan las clases en la Academia, igualmente mañana te voy a explicar mejor todo…
-¡Claro!-dijo la peliceleste con alegría. Pero, una cosa que no había notado... ¿pueden hablar ingles?
-Claro, todos aquí hablan ingles...-dijo con tranquilidad mientras se retiraba.
Kyouki entro en su casa y se tiro en el sillón; estaba exhausta.
No tardo en aparecer su mama, quien por supuesto le pregunto que había hecho esa tarde.
-Kashuka me presento a unos amigos de ella, uno es bastante simpático, hay una chica, aunque es bastante creída, y luego había uno que casi no hablo.-le respondió su hija.
-Esa chica Kashuka es muy educada, además se comporta como toda una señorita.-dijo Christine como si estuviese hablando de un acontecimiento mundial.
En eso, apareció una figura que bajaba las escaleras, pisando como un mamut, una expresión asesina en el rostro, que, curiosamente, cargaba un oso de peluche en su brazo izquierdo.
-Gracias por dejarme acá sola, ¡señora egoísmo!-grito con ira la castaña, dirigiéndose a su hermana mayor.
-Lo lamento, Kashuka no te invito...-dijo sin mirarla, mientras prendía el televisor.
-¡Ahora te crees importante porque tienes un guardián y yo no!-dijo sollozamente, mientras subía las escaleras, y se encerraba en su cuarto.
Endo, quien había observado la escena, recordó un momento parecido con su hermano.
Flash back
-Tú no puedes venir.-dijo con gran sequedad.
-¡No puedes dejarme solo aquí por que no tengo guardián!-grito su hermano pequeño, mientras lloraba y salía corriendo.
Fin del flash back
Trago saliva y se acerco furioso hacia su hija mayor.
-¡No tienes derecho a tratarle así!-grito con ira.
-¡No es mi culpa que yo tenga un guardián y ella no!-contesto también en forma de grito. Además no puede meterse en todos mis asuntos...-murmuro con ira.
Kyouki se cruzo de brazos y se acostó en el sillón.
Pronto estuvo la cena, y ninguno de estos hablo.
Kimiko fue la primera en levantarse de la mesa, y sorprendió a su madre, cuando la vio bajar su colchón, junto a su almohada por la escalera.
-¡Kimiko! ¿Que crees que haces?-grito su madre con gran enojo.
-No pienso volver a dormir con alguien como ella...-dijo apuntando a Kyouki, quien se sintió ofendida.
-¡Sube ese colchón en este momento!-dijo Christine parándose de su silla.
-Claro que no.-respondió desafiante.
-¡Hazle caso a tu madre, Kimiko!-exigió Endo.
Kimiko se rehusó volver a subir, hasta que Kyouki se disculpara, quien por supuesto hizo.
Christine subió el colchón y Kimiko se fue a dormir instantáneamente, mientras que Kyouki se quedo sentada en la ventana mirando el cielo nocturno.
El cielo estaba estrellado, y negro, mas negro que nunca, lleno de parpadeantes luces que lo llenaban de luminosidad y pureza.
-El insomnio es parte de ser domador...-dijo una voz robusta y seca, desde el techo, aunque Kyouki pudo darse cuenta de que era Kashuka.
Kyouki suspiro.-No es eso... es solo que siento que me vuelvo mas antipática cada día...-respondió melancólicamente.
-Eso también es parte de ser domador.-volvió a decir, con el mismo tono seco y moribundo.
La pelicelste creía comprender las palabras que decía la muchacha, pero no entendió su significado, luego de que las unías todas.
-Veras, la vida de un domador nunca fue, ni es, ni será fácil, alegre o simpática.-dijo como si recordara lo mas triste que le sucedió. Esta plagada de miedos, soledad, sangre y muertes... es por eso que no se puede ser positivo, sabiendo que es inevitable morir algún día.
-Es horrible la manera en la que piensas!-exclamo la ojiverde. No todo es amargo en la vida.
-Es cierto, como que tampoco nada es dulce.-dijo entre un suspiro. Hay que aprender a ver con ambos ojos, aunque se te haga difícil.
-Si es así, no quiero ser un aprendiz.-comento decidida, aunque entristecida.
-Tienes razón en pensar eso, ya que prácticamente estarás al borde de morir, y casi no veras a tu familia, pero no puede poner a pensar en ti, cuando hay una villa entera que necesita de tu colaboración.
Kyouki trago saliva bruscamente, cundo vio que Kashuka se bajaba lentamente del techo, mediante un gran árbol seco que había junto a este.
Se paro lentamente y se dirigió a su cuarto, beso suavemente la cabeza de su hermana y se metió lentamente en su cama, internándose en un profundo sueño.
jeje, eso es todo amigos XDDD
naa esuqe, le digo le dice, y le digo, oye chico XDD
buenoo, chauu!
dejen comentarios! che!
disfrutenlo!!
Capitulo 5: El resto de la banda...
Era temprano, cuando una muchacha con dos gruesas coletas, y un flequillo que le cubría la frente color castaño claro, con un camisón de color amarillo claro, que caía en un hombro, con un peluche de osito al que le faltaba un ojo, bajaba por la escalera de pino, mientras se rascaba un ojo.
El sol irradiaba la casa con un aire de felicidad, hasta que uno se asomaba por la ventana y observaba el frívolo paisaje muerto y gris que se extendía a lo lejos.
La pequeña dejo con suavidad al osito sobre la mesa, y camino hacia la heladera.
Su camisón era tan largo que no dejaba ver sus pies, y parecía que resbalaba en el piso, en ves de caminar.
Tomo una jarra de jugo y se sirvió hasta el borde en un vaso de vidrio.
Saco un paquete de galletitas, se los llevo ambos a la mesa, los coloco sobre esta, y se dispuso a desayunar.
Pasados unos minutos, Christine también se levanto, seguida de su esposo, que salía a comprar la comida para el almuerzo.
Al parecer, Kyouki era la única que seguía dormida, quien armo un escándalo cuando se despertó, y vio que ya eran las once de la mañana.
-¿Porque no me despertaron?-pregunto con enojo la muchacha del cabello celeste, quien traía su cabello atado en una cola de caballo.
-Porque te pones de mal humor...-dijo la pequeña tomando un sorbo de jugo. Aunque hoy no hubiese habido mucha diferencia...-continuo sarcásticamente.
-Que risa Kimiko...-respondió esta haciéndole burla.
-No empiecen a pelear desde temprano...-quejo Christine.
-No vengo con ánimos de pelear.-dijo Kyouki abriendo la heladera.
Saco algo para comer, y luego se fue a su cuarto.
Comenzó a tomar jugo con tranquilidad, mientras escuchaba música.
Luego de que termino, se empezó a vestir.
Se puso una camiseta de color blanco, de manga corta, unos shorts muy cortitos de jean, un chaleco rojo que le llegaba un poco antes de la rodilla y unas zapatillas blancas.
Se dejo el cabello atado, y bajo de nuevo, para almorzar.
-Te sienta bien esa ropa...-dijo su madre con una sonrisa en el rostro.
-Si, a una ballena también...-comento sarcásticamente la castaña, sin siquiera voltear a verle.
-Jaja, que gracia que me causa...-dijo la peli celeste, siguiendo el sarcasmo de su hermana menor.
Se sentó a la mesa, poniéndole fin a la sarcástica conversación.
No tardo más de diez minutos en levantarse para dejar el plato en la mesada de la cocina.
Se dirigió al sillón y se recostó sobre el a mirar televisión.
Habrán pasado aproximadamente 2 horas, cuando se escucho el timbre de la puerta.
-Buenos días...-dijo una muchacha alta, de cabello negro y ojos azules como el cielo nocturno.
-Buenos días, tu debes ser Kashuka, ¿verdad?-pregunto con curiosidad Christine.
-Si, ¿se encuentra por casualidad Kyouki?-pregunto cortes mente, sin expresión alguna en su rostro.
-Claro, pasa...-dijo calidamente, dejándola pasar dentro del hogar.
-Tiene usted una hermosa casa.-admiro la joven muchacha.
-Gracias, eres muy cortes.-exclamo la mujer.
Christine despertó lentamente a su hija, quien dormía placidamente en el sillón color carmín.
-¿Ammm?-exclamo Kyouki despertándose, con cara adormilada.
-Una amiga te busca...-dijo bajito y lento a la muchacha recién levantada.
Se despejo los ojos, se sentó en el sillón, y logro ver a la muchacha que estaba parada al lado de la puerta, con una expresión monótona en el rostro.
-Ah, Kashuka...-dijo la ojiverde algo desorientada.
-Kyouki...-respondió esta con impresión.
Se levanto rápidamente y prosiguió a correr hacia el baño, el cual estaba en el segundo piso de la casa.
En el mismo momento que Kyouki llego al segundo piso, una silueta apareció por una puerta que había al lado de esta.
-Debes ser Kashuka...-dijo el hombre con una sonrisa calida.
-Si, y usted Endo, ¿cierto?-dijo con gran cortesía.
-Mmmm, veo que me conoces, sabes, conocí a tu padre... se llamaba...-dijo llevándose la mano al mentón, tratando de recordar algo.
-Hosuke.-afirmo la muchacha apresuradamente, antes de que el respondiese.
-Si... lo recuerdo bien...
En este momento Christine se encontraba perdida, y no sabia de que estaban hablando, pero trataba de sonreír de todas formas.
-Y... ¿como esta Suh?-pregunto Endo tratando de seguir la conversación.
-Bien, últimamente trabaja mucho mas que de costumbre.-respondió esta, tomando su antebrazo derecho con su mano izquierda, tratando de parecer amable o alegre.
-Creo que debería conocerla algún día.-dijo Christine con un tono simpático y alegre, tratando de entrar en la conversación.
Endo la miro, y con la mirada trato de advertirle que no siga hablando mas, mientras Kashuka tosía suavemente, mirando la esquina inferior de la casa.
-Suh es la guardiana de mi padre... ella es un dragón...-dijo Kashuka con un pequeño e inadvertible enfado. Mi madre falleció hace unos años.-agrego luego de unos segundos de vacilación.
Christine trago saliva, y miro preocupada a su marido quien tenia una expresión de incomodidad dibujada en el rostro.
-L..Lo lamento...-dijo la mujer tratando de disculparse.
-No es su culpa, y no estoy molesta, sucedió, nada mas...-dijo volviendo a su postura inicial.
En ese momento Kyouki bajaba por las escaleras a toda velocidad.
Cruzo por entre medio sus padres, tomando a Kashuka de la mano, para ambas salir rápido de la casa.
-¿Que sucedió? ¿Por que me sacaste tan bruscamente?-pregunto Kashuka soltándose de Kyouki.
-Kimiko estaba despertando...-dijo tratando de bajar un poco la ves.
Kashuka frunció el ceño, y desvió la mirada por unos segundos, mientras caminaban.
La tarde estaba bastante fresca en comparación a otros días, y soplaba una gentil y dulce brisa.
Ambas caminaban por la vereda de la cuadra de Kyouki, mientras la ojiverde observaba con desilusión en frío, seco y desolado paisaje gris que se elevaba en el horizonte.
-Y... ¿a donde es que vamos?-pregunto algo nerviosa.
-Ya veras...-respondió misteriosamente la muchacha, que de por si, era misteriosa.
Esta ves traía su largo y negro cabello suelto, que se balaceaba a un ritmo balanceado y delicado.
En un momento, cuando habían caminado unas cuantas cuadras, se divisaban tres jóvenes que estaban en una plaza, parados junto a un árbol.
Había una muchacha, que tenia el cabello negro con mechas fucsia y violeta, atado en dos coletas cortas y altas, luciendo dos grandes y hermosos ojos color carmesí, que inspiraban temor en la gente.
Traía puesto una camiseta vieja y rota de color negro, una minifalda de jean negro, amplia, con volados de color violeta, dos botas grandes y pesadas color negro, y unas medias fucsia algo rotas.
Lucia también unas pulseras blancas y negras en ambos brazos, junto a otras muchas que tenia en el brazo derecho.
Sus labios estaban pintados de un color negro, y sus ojos delineados con negro, el cual realzaba dramáticamente sus ojos rojos sangre.
Uno de los muchachos que estaba junto a esta joven, tenia el cabello castaño, con algunos toques rubios, unos ojos de color miel, que parecían sonreír con dulzura y una bandita blanca pagada en la mitad de la nariz, de forma horizontal.
Una chaqueta de color azul oscuro, con algunas rayas blancas en las magas, y un pantalón del mismo conjunto, junto a unas zapatillas negras, eras la vestimenta de este.
Sonería simpáticamente a las muchachas que se acercaban, esperando con ansias preguntar el nombre de la nueva joven.
El único joven restante tenía una cara de despreocupación total, con cabello blanco, con toque de gris claro, y unos ojos de color celeste claro.
Tenía su cabello recogido en una cola de caballo baja, y tenia un leve flequillo que solo cubría un parte de sus ojos.
Traía puesto un jersey gris, y un pantalón de gimnasia de color negro, contando también unas zapatillas blancas, al parecer recientemente adquiridas.
La muchacha que se encontraba allí volteo a verlas, y sonrió engreídamente.
-Miren quien llego...-dijo presumidamente la muchacha.
-Kirai...-dijo chocando miradas con ella, mientras que proseguía a saludar al resto.
-Y, ¿quien es la nueva?-dijo el muchacho de ojos miel, tratando de parecer importante o superior.
Kyouki, quien miraba detenidamente el extraño y gótico estilo de la muchacha que conoció recientemente, volteo a ver al muchacho de ojos miel, y le sonrió.
-Mi nombre es Kyouki Mioto.-dijo con una clara simpatía.
-Un gusto, mi nombre es Ryo Hasumo.-dijo alegre, con una amplia sonrisa que mostraba todos sus dientes.
Kyouki rió un poco y volvió la mirada al muchacho que miraba tan despreocupadamente la escena.
-Hola, tu eres...-dijo esperando una respuesta por parte del muchacho.
-Ah, si, cierto, soy Nishi Shiraishi.-respondió el muchacho vagamente, casi sin prestarle atención.
-No me presente...-dijo la joven gótica estrechando una mano. Soy Kirai Nakamura.-dijo con la misma superioridad que antes.
-Un placer...-respondió Kyouki.
Los cinco comenzaron una conversación entrecortada, ya que, de ves en cuando se formaban grandes silencios, que Kyouki trataba de tapar diciendo algo.
-Y... tu Kyouki, ¿cual es tu elemento?-pregunto Ryo con curiosidad.
-Mmmm, aun no lo se...-respondió tratando de recordar lo que Kashuka le dijo el día anterior.
-Ja, aun no lo tienes, que pena...-dijo la ojisangre con un tono que a cualquier persona le resultaría desagradable y engreído.
-Bueno, es solo que llegue aquí hace 2 días...-agrego rápidamente, casi sin dejar hablar a la otra muchacha.
-Espero que el tuyo sea uno bueno...-dijo Ryo con simpatía.
-Y, sobre eso... ¿cual es su elemento?-pregunto peliceleste algo nerviosa.
-El mío es de tierra...-dijo Kashuka sin darle mucha importancia al tema.
-Jeje, yo soy de fuego.-dijo con animo el castaño.
-El mío es oscuro.-dijo la gótica, como si estuviese orgullosa de ello.
-Ehm, ah si, el mío el de aire...-respondió Nishi algo perdido.
-Uau... ¿ninguno es de agua?
-No, no conocemos a ninguno, a lo mejor ya se extinguieron...-comento Kirai.
Siguieron con su entrecortada conversación, hasta que se hizo tarde, y Kashuka acompaño de vuelta a la ojiverde hacia su casa.
-Recuerda que en 2 días comienzan las clases en la Academia, igualmente mañana te voy a explicar mejor todo…
-¡Claro!-dijo la peliceleste con alegría. Pero, una cosa que no había notado... ¿pueden hablar ingles?
-Claro, todos aquí hablan ingles...-dijo con tranquilidad mientras se retiraba.
Kyouki entro en su casa y se tiro en el sillón; estaba exhausta.
No tardo en aparecer su mama, quien por supuesto le pregunto que había hecho esa tarde.
-Kashuka me presento a unos amigos de ella, uno es bastante simpático, hay una chica, aunque es bastante creída, y luego había uno que casi no hablo.-le respondió su hija.
-Esa chica Kashuka es muy educada, además se comporta como toda una señorita.-dijo Christine como si estuviese hablando de un acontecimiento mundial.
En eso, apareció una figura que bajaba las escaleras, pisando como un mamut, una expresión asesina en el rostro, que, curiosamente, cargaba un oso de peluche en su brazo izquierdo.
-Gracias por dejarme acá sola, ¡señora egoísmo!-grito con ira la castaña, dirigiéndose a su hermana mayor.
-Lo lamento, Kashuka no te invito...-dijo sin mirarla, mientras prendía el televisor.
-¡Ahora te crees importante porque tienes un guardián y yo no!-dijo sollozamente, mientras subía las escaleras, y se encerraba en su cuarto.
Endo, quien había observado la escena, recordó un momento parecido con su hermano.
Flash back
-Tú no puedes venir.-dijo con gran sequedad.
-¡No puedes dejarme solo aquí por que no tengo guardián!-grito su hermano pequeño, mientras lloraba y salía corriendo.
Fin del flash back
Trago saliva y se acerco furioso hacia su hija mayor.
-¡No tienes derecho a tratarle así!-grito con ira.
-¡No es mi culpa que yo tenga un guardián y ella no!-contesto también en forma de grito. Además no puede meterse en todos mis asuntos...-murmuro con ira.
Kyouki se cruzo de brazos y se acostó en el sillón.
Pronto estuvo la cena, y ninguno de estos hablo.
Kimiko fue la primera en levantarse de la mesa, y sorprendió a su madre, cuando la vio bajar su colchón, junto a su almohada por la escalera.
-¡Kimiko! ¿Que crees que haces?-grito su madre con gran enojo.
-No pienso volver a dormir con alguien como ella...-dijo apuntando a Kyouki, quien se sintió ofendida.
-¡Sube ese colchón en este momento!-dijo Christine parándose de su silla.
-Claro que no.-respondió desafiante.
-¡Hazle caso a tu madre, Kimiko!-exigió Endo.
Kimiko se rehusó volver a subir, hasta que Kyouki se disculpara, quien por supuesto hizo.
Christine subió el colchón y Kimiko se fue a dormir instantáneamente, mientras que Kyouki se quedo sentada en la ventana mirando el cielo nocturno.
El cielo estaba estrellado, y negro, mas negro que nunca, lleno de parpadeantes luces que lo llenaban de luminosidad y pureza.
-El insomnio es parte de ser domador...-dijo una voz robusta y seca, desde el techo, aunque Kyouki pudo darse cuenta de que era Kashuka.
Kyouki suspiro.-No es eso... es solo que siento que me vuelvo mas antipática cada día...-respondió melancólicamente.
-Eso también es parte de ser domador.-volvió a decir, con el mismo tono seco y moribundo.
La pelicelste creía comprender las palabras que decía la muchacha, pero no entendió su significado, luego de que las unías todas.
-Veras, la vida de un domador nunca fue, ni es, ni será fácil, alegre o simpática.-dijo como si recordara lo mas triste que le sucedió. Esta plagada de miedos, soledad, sangre y muertes... es por eso que no se puede ser positivo, sabiendo que es inevitable morir algún día.
-Es horrible la manera en la que piensas!-exclamo la ojiverde. No todo es amargo en la vida.
-Es cierto, como que tampoco nada es dulce.-dijo entre un suspiro. Hay que aprender a ver con ambos ojos, aunque se te haga difícil.
-Si es así, no quiero ser un aprendiz.-comento decidida, aunque entristecida.
-Tienes razón en pensar eso, ya que prácticamente estarás al borde de morir, y casi no veras a tu familia, pero no puede poner a pensar en ti, cuando hay una villa entera que necesita de tu colaboración.
Kyouki trago saliva bruscamente, cundo vio que Kashuka se bajaba lentamente del techo, mediante un gran árbol seco que había junto a este.
Se paro lentamente y se dirigió a su cuarto, beso suavemente la cabeza de su hermana y se metió lentamente en su cama, internándose en un profundo sueño.
jeje, eso es todo amigos XDDD
naa esuqe, le digo le dice, y le digo, oye chico XDD
buenoo, chauu!
dejen comentarios! che!
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Re: Dragon KAMIKAZE ---- Primera temporada: El camino del dragon
muy bueno el fic. jeje
no lo e terminado de leer. ^^U pero estoy en ello. (saturación extrema y hultra falta de tiempo. U_U)
poco a poco lo voy leyendo. jeje
sigue asi. ^^
Saludos.
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Re: Dragon KAMIKAZE ---- Primera temporada: El camino del dragon
jeje, llega el 6 capiii!!!!!
jiji
Capitulo 6: Adios vacaciones
La puerta del cuarto de la muchacha se abrio de golpe, dejando entrar un respalndor cegador de luz matutina. Una figura de estatura baja, de unos 10 años de edad se aproximo a la cama donde llacia la joven dormida, quien bruscamente agito su hombro derecho para despertarla. La joven que llacia dormida, lanzo un golpe con su brazo derecho, que erro a su blanco, y luego con una vos mas grave de lo normal, y de mala gana dijo:
-¡Ay! idiota... dejame tranquila... ¡dejame dormir!-exclamo Kyouki con un notable estres y cansancio.
-Mama dijo que...-cuando fue interrumpida.
-¡Me importa un carajo lo que mama dijo!-grito empujando a la muchacha hacia atras, haciendo que esta, como venganza, la empujase y la tirase de la cama.
La peliceleste cayo estrepitosamente al piso, y en un segundo, se erguio con rapides y corrio a la castaña, quien se reia tontamente.
-¡Maldita enana de porqueria!-grito mientras la perseguia bajando las escaleras.
-¡Kyouki! ¿Que son esas barvaridades?-exclamo su madre con sumo enojo.
Al llegar al piso de abajo, Kyouki se detuvo, con cara de recien levantada, los cabellos alborotados, con expresion de mal humor, y un paiyama que consistia en una musculosa rosa y pantalon harapiento que ella creia "comodo".
-Esa mocosa me tiro de la cama...-dijo sacando un vaso de la alacena de mala forma.
-Yo te mande a llamar. Kashuka te esta esperando, para organizar las cosas para mañana.-comento Christine, quien estaba picando cebolla con suma facilidad y rapidez.
Kyouki se volvio a ver hacia el sillon, y logro ver una silueta con cabello negro, y fue cuando se volvio al rostro de su hermanita, que se asomaba por una puerta, riendose. Subio como un rayo las escaleras, y menos de un minuto se habia cambiado de nuevo, con la misma ropa que el dia anterior.
-Kashuka...-dijo mientras se paraba a lado del sillon.
La joven se paro y salieron de la casa, dirigiendose hacia la morada de la pelinegra. Traia otra ves su cabello suelto, que brillaba con gran audacia, y era un espectaculo digno de ver.
Poco a poco, una suave neblina se hiso mas y mas notable, haciendo que se perdiese la vista de lo que sucedia frente a ellas. Fue disipandose con la misma lentitud que se hizo mas densa, y la ojiverde logro contemplar una gran casa rustica, con dos pisos.
-Aqui es.-comento la muchacha de tez palida.
Giro la perilla de la puerta, y entraron en una enorme y lujosa casa, llena de antiguedades y cosas de oro y plata. Entraron en una sala, con paredes de madera oscura, con una chimenea, cabezas de animales exoticos y mitologicos, una mesita baja con un juego de te de porcelana sobre esta, una gran mesa con sus correspondientes sillas, trabajada a mano por los mejores carpinteros, una alfombra de un color rojo oscuro, y muchas otras cosas mas. Subieron por una escalera enormemente ancha y larga, hacia en segundo piso, conde habia varias habitaciones. Caminaron hacia la izquierda, y luego de pasar unas cuantas puertas, por fin llegaron a la habitacion de la joven.
Un cuarto de color lila sumamente claro, con una gran cama doble, con acolchado blanco, con mariposas negras y grises, un escritorio con una computadora portatil sobre este y una silla con ruedas, un ropero blanco, y mas. Kyouki se sento sobre su cama y ella abrio el armario, y saco un uniforme. Era simplemente una camisa blanca, un saco con cuello en V sin mangas, de color azul oscuro, igual que la falda, tableada por supuesto, unas largas medias blancas con dos rayas azules horizontales en la parte del borde superior, y unos zapatos azul oscuro.
-Este es el uniforme de la academia.-comento a la joven de ojos verdes.
-Es lindo...-agrego Kyouki.
-Hay cosas que debes saber...-dijo la ojiazul guardando el uniforme. Uno, no le hables a Kirai, dos, no hagas nada que no te diga, tres, mantente alejada de los latinos, y cuatro, no lleves nada de valor.
-C...Claro.-respondio la peliceleste. Pero, ¿Porque?
-La primera, ya veras, la segunda porque puedes llegar a embarrarla gravemente, la tercera porque pueden ser un problema, y la cuarta porque las roban.-respondio acelerada, confundiendo mas a la ojiverde.
Kashuka se acerco a su escritorio, tomo una vincha azul oscuro que habia sobre este y se la entrego.
-Es mejor que recojas tu cabello, no te gustaria saber que le harian.-dijo la pelinegra sin mirarle a la cara.
Luego abrio un cajon de su comoda, y saco dos lasrgos lazos de color blanco, bien finas, y se sento junto a ella.
-Mmm, se me ocurre una mejor idea.
Al notar su corte en capas, tomo el cabello mas largo, que llegaba a la mitad de su torso, y lo ato de una forma bastante particular, entrelasando el lazo por la parte exterior de los mechones, y haciendo que quedasen detras del cabello mas corto, que llegaba por sus hombros.
-Eso lo arrglara mejor que una simple vincha.-comento Kashuka parandose de la cama para poder apreciar mejor el peinado.
Tomo un pequeño espejo que tenia y se lo entrego en la mano a Kyouki.
-¡Uau! Es increible, es fabuloso.-exclamo con alegria al ver que el nuevo peinado le sentaba de maravilla.
-Si, se te ve bien.-dijo la joven de tez palida, por supuesto, como es su costumbre, sin sonreir.
-Espero verte mañana con el cabello recogido asi, se te ve bien y no sufriras nada.
La peliceleste se impacto al escuchar las palabras de su nueva amiga, pero lo ignoro, y siguio sonriendo.
-Ven, bajemos a comer algo.-ofrecio Kashuka saliendo de la habitacion.
-Claro.-contesto la ojiverde imitandola.
Ambas volvieron a cruzar el amplio y largo pasillo, bajando las escaleras otra ves. Se dirijieron hacia la cocina, que tenia el tamaño de una sala comun, repleta de cacerolas colgando, y cucharones tambien. La ojiazul abrio una alacena y saco dos vazos, luego se agacho, y saco dos grandes paquetes de papas fritas de un cajon.
Se acerco a la heladera y saco un bidon de jugo de naranja, y sirvio de este en ambos vasos, casi hasta el tope. Le entrego un vaso y un paquete a Kyouki, ambas caminaron hacia la sala, y se sentaron en el sillon.
-Y, ¿Hace cuanto viven aqui?-pregunto Kashuka dejando el vaso en la mesa baja que habia enfrente del sillon.
-Bueno, creo que desde hace unos 3 dias.-respondio esta.
-Crei que vivias aqui desde hace por lo menos una semana.
-Si, incluso habia salido recien del colegio.
-Ja, que lastima, no vas a tener vacaciones.-burlo la pelinegra.
Kyouki bajo la cabeza, y efectuo una muca de desgano.
-Hey, cambiando el tema, ¿Que opinas sobre ser un aprendiz?-pregunto la ojiazul haciendo que esta levantase la cabeza.
-B...Bueno, este..., yo...-balbuceo intranquilamente la peliceleste.
En ese momento, sono el timbre de la casa, y Kashuka se levanto a atender como si Kyouki no estuviese alli, ignorando esto ultimo que dijo. Tomo la perilla dorada y lustrada de la enorme puerta color caoba, y la giro, abriendola de esta manera.
-Hay, Kashuka.-exclamo el muchacho con la bandita en la nariz.
-Ryo, pasa.-contesto la pelinegra abriendose paso.
Kyouki se paro del sillon al ver al sujeto que entraba en la sala, y lo saludo con un muy comun beso en la mejilla.
-¡Kyouki!, ¿Como has estado?-pregutno alegremente sentandose junto a ella.
-Bien, no he hecho mucho.-contesto con una sonrisa igual de amplia que el.
Ryo le devolvio la mirada a Kashuka, mostrando un leve sonrojo, y se paro del sillon en un movimiento brusco.
-¿Que podemos hacer?-pregunto Ryo mirandolas a ambas.
-Mmm, no se.-contesto la pelinegra indescisa.
-Podriamos enseñarle nuestros dragones, ¿no crees, Kashuka?-pregunto sentandose en la mesita baja que habia frente al sillon.
-No creo, papa se llevo a Daichi a entrenar, junto con Suh.
-Ah, cierto, Kaji tambien se habia ido...-comento recordando.
-Yo supongo que son los nombres de sus dragones...-agrego la ojiverde algo confundida.
-Si.-contestaron a coro.
Enseguida se escucho el ruido de una llave, y la puerta principal se abrio.
-¿Kashuka, estas en casa?-pregunto un hombre alto, con cabello negro corto, ojos plateados, y tez blanca, mientras dejaba un maletin sobre su escritorio.
-Papa...-dijo seguidamente la ojiazul apareciendo junto a el.
-¿Hay alguien mas en casa?-pregunto acomodando unos papeles.
-Si, esta Ryo y Kyouki.-contesto dandose la vuelta.
-Kyouki, ah si, cierto...-dijo recordando algo. Dile que su padre le pidio que fuese a su casa, no conosco el motivo.
-Ok..-dijo mientras se dirijia hacia el salon.
Kyouki se paro y se despidio de ambos, seguidamente abandono la casa rapidamente. Camino tranquilamente, pensando en la euforia de empezar sus clases como una aprendiz de domador de dragon.
listo, se termino!! XDD
que pretenden? mas??
bueno... para otro dia XDDD
jiji
adioooooooooooooooss
jiji
Capitulo 6: Adios vacaciones
La puerta del cuarto de la muchacha se abrio de golpe, dejando entrar un respalndor cegador de luz matutina. Una figura de estatura baja, de unos 10 años de edad se aproximo a la cama donde llacia la joven dormida, quien bruscamente agito su hombro derecho para despertarla. La joven que llacia dormida, lanzo un golpe con su brazo derecho, que erro a su blanco, y luego con una vos mas grave de lo normal, y de mala gana dijo:
-¡Ay! idiota... dejame tranquila... ¡dejame dormir!-exclamo Kyouki con un notable estres y cansancio.
-Mama dijo que...-cuando fue interrumpida.
-¡Me importa un carajo lo que mama dijo!-grito empujando a la muchacha hacia atras, haciendo que esta, como venganza, la empujase y la tirase de la cama.
La peliceleste cayo estrepitosamente al piso, y en un segundo, se erguio con rapides y corrio a la castaña, quien se reia tontamente.
-¡Maldita enana de porqueria!-grito mientras la perseguia bajando las escaleras.
-¡Kyouki! ¿Que son esas barvaridades?-exclamo su madre con sumo enojo.
Al llegar al piso de abajo, Kyouki se detuvo, con cara de recien levantada, los cabellos alborotados, con expresion de mal humor, y un paiyama que consistia en una musculosa rosa y pantalon harapiento que ella creia "comodo".
-Esa mocosa me tiro de la cama...-dijo sacando un vaso de la alacena de mala forma.
-Yo te mande a llamar. Kashuka te esta esperando, para organizar las cosas para mañana.-comento Christine, quien estaba picando cebolla con suma facilidad y rapidez.
Kyouki se volvio a ver hacia el sillon, y logro ver una silueta con cabello negro, y fue cuando se volvio al rostro de su hermanita, que se asomaba por una puerta, riendose. Subio como un rayo las escaleras, y menos de un minuto se habia cambiado de nuevo, con la misma ropa que el dia anterior.
-Kashuka...-dijo mientras se paraba a lado del sillon.
La joven se paro y salieron de la casa, dirigiendose hacia la morada de la pelinegra. Traia otra ves su cabello suelto, que brillaba con gran audacia, y era un espectaculo digno de ver.
Poco a poco, una suave neblina se hiso mas y mas notable, haciendo que se perdiese la vista de lo que sucedia frente a ellas. Fue disipandose con la misma lentitud que se hizo mas densa, y la ojiverde logro contemplar una gran casa rustica, con dos pisos.
-Aqui es.-comento la muchacha de tez palida.
Giro la perilla de la puerta, y entraron en una enorme y lujosa casa, llena de antiguedades y cosas de oro y plata. Entraron en una sala, con paredes de madera oscura, con una chimenea, cabezas de animales exoticos y mitologicos, una mesita baja con un juego de te de porcelana sobre esta, una gran mesa con sus correspondientes sillas, trabajada a mano por los mejores carpinteros, una alfombra de un color rojo oscuro, y muchas otras cosas mas. Subieron por una escalera enormemente ancha y larga, hacia en segundo piso, conde habia varias habitaciones. Caminaron hacia la izquierda, y luego de pasar unas cuantas puertas, por fin llegaron a la habitacion de la joven.
Un cuarto de color lila sumamente claro, con una gran cama doble, con acolchado blanco, con mariposas negras y grises, un escritorio con una computadora portatil sobre este y una silla con ruedas, un ropero blanco, y mas. Kyouki se sento sobre su cama y ella abrio el armario, y saco un uniforme. Era simplemente una camisa blanca, un saco con cuello en V sin mangas, de color azul oscuro, igual que la falda, tableada por supuesto, unas largas medias blancas con dos rayas azules horizontales en la parte del borde superior, y unos zapatos azul oscuro.
-Este es el uniforme de la academia.-comento a la joven de ojos verdes.
-Es lindo...-agrego Kyouki.
-Hay cosas que debes saber...-dijo la ojiazul guardando el uniforme. Uno, no le hables a Kirai, dos, no hagas nada que no te diga, tres, mantente alejada de los latinos, y cuatro, no lleves nada de valor.
-C...Claro.-respondio la peliceleste. Pero, ¿Porque?
-La primera, ya veras, la segunda porque puedes llegar a embarrarla gravemente, la tercera porque pueden ser un problema, y la cuarta porque las roban.-respondio acelerada, confundiendo mas a la ojiverde.
Kashuka se acerco a su escritorio, tomo una vincha azul oscuro que habia sobre este y se la entrego.
-Es mejor que recojas tu cabello, no te gustaria saber que le harian.-dijo la pelinegra sin mirarle a la cara.
Luego abrio un cajon de su comoda, y saco dos lasrgos lazos de color blanco, bien finas, y se sento junto a ella.
-Mmm, se me ocurre una mejor idea.
Al notar su corte en capas, tomo el cabello mas largo, que llegaba a la mitad de su torso, y lo ato de una forma bastante particular, entrelasando el lazo por la parte exterior de los mechones, y haciendo que quedasen detras del cabello mas corto, que llegaba por sus hombros.
-Eso lo arrglara mejor que una simple vincha.-comento Kashuka parandose de la cama para poder apreciar mejor el peinado.
Tomo un pequeño espejo que tenia y se lo entrego en la mano a Kyouki.
-¡Uau! Es increible, es fabuloso.-exclamo con alegria al ver que el nuevo peinado le sentaba de maravilla.
-Si, se te ve bien.-dijo la joven de tez palida, por supuesto, como es su costumbre, sin sonreir.
-Espero verte mañana con el cabello recogido asi, se te ve bien y no sufriras nada.
La peliceleste se impacto al escuchar las palabras de su nueva amiga, pero lo ignoro, y siguio sonriendo.
-Ven, bajemos a comer algo.-ofrecio Kashuka saliendo de la habitacion.
-Claro.-contesto la ojiverde imitandola.
Ambas volvieron a cruzar el amplio y largo pasillo, bajando las escaleras otra ves. Se dirijieron hacia la cocina, que tenia el tamaño de una sala comun, repleta de cacerolas colgando, y cucharones tambien. La ojiazul abrio una alacena y saco dos vazos, luego se agacho, y saco dos grandes paquetes de papas fritas de un cajon.
Se acerco a la heladera y saco un bidon de jugo de naranja, y sirvio de este en ambos vasos, casi hasta el tope. Le entrego un vaso y un paquete a Kyouki, ambas caminaron hacia la sala, y se sentaron en el sillon.
-Y, ¿Hace cuanto viven aqui?-pregunto Kashuka dejando el vaso en la mesa baja que habia enfrente del sillon.
-Bueno, creo que desde hace unos 3 dias.-respondio esta.
-Crei que vivias aqui desde hace por lo menos una semana.
-Si, incluso habia salido recien del colegio.
-Ja, que lastima, no vas a tener vacaciones.-burlo la pelinegra.
Kyouki bajo la cabeza, y efectuo una muca de desgano.
-Hey, cambiando el tema, ¿Que opinas sobre ser un aprendiz?-pregunto la ojiazul haciendo que esta levantase la cabeza.
-B...Bueno, este..., yo...-balbuceo intranquilamente la peliceleste.
En ese momento, sono el timbre de la casa, y Kashuka se levanto a atender como si Kyouki no estuviese alli, ignorando esto ultimo que dijo. Tomo la perilla dorada y lustrada de la enorme puerta color caoba, y la giro, abriendola de esta manera.
-Hay, Kashuka.-exclamo el muchacho con la bandita en la nariz.
-Ryo, pasa.-contesto la pelinegra abriendose paso.
Kyouki se paro del sillon al ver al sujeto que entraba en la sala, y lo saludo con un muy comun beso en la mejilla.
-¡Kyouki!, ¿Como has estado?-pregutno alegremente sentandose junto a ella.
-Bien, no he hecho mucho.-contesto con una sonrisa igual de amplia que el.
Ryo le devolvio la mirada a Kashuka, mostrando un leve sonrojo, y se paro del sillon en un movimiento brusco.
-¿Que podemos hacer?-pregunto Ryo mirandolas a ambas.
-Mmm, no se.-contesto la pelinegra indescisa.
-Podriamos enseñarle nuestros dragones, ¿no crees, Kashuka?-pregunto sentandose en la mesita baja que habia frente al sillon.
-No creo, papa se llevo a Daichi a entrenar, junto con Suh.
-Ah, cierto, Kaji tambien se habia ido...-comento recordando.
-Yo supongo que son los nombres de sus dragones...-agrego la ojiverde algo confundida.
-Si.-contestaron a coro.
Enseguida se escucho el ruido de una llave, y la puerta principal se abrio.
-¿Kashuka, estas en casa?-pregunto un hombre alto, con cabello negro corto, ojos plateados, y tez blanca, mientras dejaba un maletin sobre su escritorio.
-Papa...-dijo seguidamente la ojiazul apareciendo junto a el.
-¿Hay alguien mas en casa?-pregunto acomodando unos papeles.
-Si, esta Ryo y Kyouki.-contesto dandose la vuelta.
-Kyouki, ah si, cierto...-dijo recordando algo. Dile que su padre le pidio que fuese a su casa, no conosco el motivo.
-Ok..-dijo mientras se dirijia hacia el salon.
Kyouki se paro y se despidio de ambos, seguidamente abandono la casa rapidamente. Camino tranquilamente, pensando en la euforia de empezar sus clases como una aprendiz de domador de dragon.
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que pretenden? mas??
bueno... para otro dia XDDD
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Re: Dragon KAMIKAZE ---- Primera temporada: El camino del dragon
jajaj lo puse por vos lauu!!! jaja
Capitulo 7: El primer dia en el infierno
Era lunes por la mañana, bien temprano, y no se escuchaba mas que un leve sususrro del viento contra las ramas secas del arbol vecino a la casa de los Mioto. Se oyo un leve ruido de pasos acelerados en la sala, y mas rapidamente un sonido de pantuflas que se arrastraban.
-Kyouki, estate quieta...-dijo Christine con gran pereza.
-¡No puedo, Ma!-exclamo con entusiasmo.
Subio las escaleras corriendo, y entro en su habitacion, donde su hermana seguia durmiendo. Se vistio con el uniforme, que ayer le habria comprado su madre, y tiro a Kimiko de la cama.
-¡¿Que crees que haces, idiota?!-grito la castaña con ira, meintras se paraba, y le tiraba con una almohada.
-Venganza, Kimiko.-dijo con astucia saliendo de la habitacion.
-Arrgh, touche...-susurro mirandola con desprecio.
Kyouki se diriguio al baño, el cual estaba junto a su cuarto, y se peino tal y como lo hizo Kashuka aquella vez. Bajo las escaleras cona felicidad inmensa, y se sento a desayunar un trozo de un pastel de manzanas que habia preparado su madre el dia anterior. Se oyo de nuevo el sonido de las escaleras; era Kimiko, quien estaba apretandose los colinches, mientras tenia a su osito de una oreja con la boca. Deposito el osito en la mesa y miro a la peliceleste con el ceño fruncido, luego se diriguio a la heladera.
-Ma, ya no hay jugo...-exclamo en forma vaga y constante, con la cabeza oculta por la puerta de esta.
-Ah, si, lo que quedaba se lo tomo Kyouki.-contesto su madre, terminando de acomodar los platos de la noche anterior.
La pequeña castaña miro aun mas enfadada a su hermana quien ni le prestaba interes, mientras miraba la television. Tomo un vaso y se sirvio agua, luego tomo una rebana de tarta y se sento lejos de la ojiverde. Por la escalera bajo un hombre de cabello negro recortado bastante corto, con traje formal, y una expresion de leve felicidad en su rostro.
-¿Lista, hija?-pregunto Endo tomando su portafolio.
-¡Ajam!-exclamo tirando atras la silla de un golpe con las piernas.
Tomo un bolso cruzado de color arena, y se retiro rapidamente antes que su padre. Un rayo potente de luz que extrañamente atravezaba una parte del cielo sin nubes, cego a Kyouki, quien segundos despues se acostumbro. Se subieron al automovil plateado de su padre, y este se puso en marcha. Kyouki se estremecia contantemente producto a la adrenalina del tan esperado comienzo de las clases en la academia.
A medida que se iban acercando, pudieron observan siluetas grandes, de colores, y alargadas junto a personas, que se parabana conversar o entraban por el gran porton negro. En ese momento, un larguisimo dragon de color celeste claro como el cielo de la mañana, comenzo a volar junto al auto, esquivando los postes de luz, y los autos estacionados, fascinando rotundamente a Kyouki, quien lo admiraba sin poder creerlo. El dragon volo hacia arriba, y para su sorpresa, mas adelante lo esperaba nada mas y nada menos que Nishi. Su padre estaciono el auto frente al porton, y se bajaron al mismo tiempo, en eso, Kyouki sintio algo que la tocaba por detras.
-¡Kyouki! ¿Como estas?-pregunto animadamente el muchacho de ojos miel.
-Ah, Ryo, gracias, estoy bien, ¿Y tu?-respondio ella dandose la vuelta.
-Bien, por suerte.
Junto a el se erguia un gran y pesado dragon rojo oscuro, con escamas rojo brillante, de grandes alas, pesadas y cortas patas traseras, y fuertes y fornidas patas delanteras, con unas garras formidables. Una cabeza de forma mas que nada grande y robusta, con dos grandes fozas nasales por las cuales, en cada exalacion, se expelia humo, y unos ojos amarillos, brillantes que miraban fijamente a la muchacha.
-Uau, que hermoso.-exclamo Kyouki dandole a enternder que hablaba sobre su bestia.
-Jeje, su nombre es Sora, ella me ha acompañado desde pequeño.
-Ah, disculpa, crei que era niño.-dijo algo avergonzada.
-No hay problema.-agrego el animal exotico, sin mover los labios.
-¡¿P..Puede hablar?!-pregunto la peliceleste algo asustada.
-Claro, todos pueden.-dijo el muchacho simpaticamente.
Es eso sintio algo que le rozaba la espalda, y se volteo a ver rapidamente; era Kashuka, quien le dirigio la mirada unos pocos segundos. Junto a ella se erguia un drgaon color tierra, culla cobertura externa parecia estar hecha de rocas pegasdas una junto a la otra. Tenia un hocico grande y lleno de dientes, dos ojos grandes y amarillos, una rigida cola endurecida, dos fuertes patas delanteras, dos patas traseras tan fuertes omo para sostener tremendo peso, y un par de majestuosas y enormes alas, que estaban plegadas contra el cuerpo. Esta no le dirigio la palabra, simplemente cruzo el porton sin preocupacion.
Mientras las ojiverde miraba atentamente al animal, logro oir aullidos y abucheos, mientras que la gente abria paso. Dirigio la mirada hacia el lugar del que procedia el sonido, observo a una vanidosa joven de cabello negro y fuscia acompañada de dos jovenes, una a cada lado, y por supuesto, su guardian. Su dragon era casi dos veces mas grande alto que ella, y carecia de patas delanteras. De color negro con toques violacios, dos grandes patas traseras, un cuerpo grande y fuerte, con brillantes escamas, un cuello de un metro y medio de largo, una cola larga y fuerte, un parte alas espectaculares, que sentaban perfecto con el reptil, y una cabeza alargada, con ojos rojos carmesí, dos largos cuernos, los cuales poseian una leve ondulacion, unos grandes y afilados dientes amarillos, dentro de una enorme boca, de la cual se expelia un fuego color azul marino.
Las tres presumidas muchachas entraron por el porton, seguidas por sus guardianes, y de pronto, todo el mundo comenzo a hacer lo mismo. Kyouki y Ryo se apresuraron a imitarlos, y se encontraron con un inmenso patio verde lleno de distintas clases de guardianes, como gargolas, grifos, centauros, faunos, tigres, dragones, etc. Ambos se dirigieron a recoger su horario, y de camino hacia su clase, Kyouki accidentalmente choco contra un muchacho.
-L...Lo siento...-comenzo a tartamudear-...¿Nishi?
-Kyouki, ¿verdad?
-Si...-respondio sin saber que mas agregar.
El joven le abrio paso, y se fue en la direccion contraria. Revolvio su cabeza rapidamente, despejandose de todo pensamiento, y volvio hacia su destino, el salon de clases 3d.
Caminaba por los pasillos con una velocidad normal, mientras observaba cada cosa, y a cada persona. Habia afiches y carteles pegados en la paredes de ladrillo, y gente de todo el mundo; España, portugal, Indonesia, India, Africa, Canada, Francia, Italia, Argentina, etc.
Se encontro con la puerta de su salon; 3d. Abrio lentamente la puerta, dando a conocer asi a un gran salon de ladrillo, con piso de baldosa gris, pupitres, un escritorio, una biblioteca de metal, unos casilleros, y un tablero de tiza. En una esuqina del salon, junto a un de los ventanales, se encontraba Kirai, rodeada de un grupo de personas, riendo y sonriendo falsamente constantemente. Kyouki se acerco a un pupitre y deposito su mochila alli, ya que supuso que no tenia "dueño". Volteo a ver la cabeza hacia otro lado, y se encontro con que Kashuka tambien estaba en el mismo salon de clases que ella, y se le acerco.
-¡Kashuka!-exclamo Kyouki, tratando de llamar su atencion.
Al parecer, su exclamacion atrajo la atencion de la gente, haciendo ver en ridiculo a la pobre peliturquesa. Se callo y retrocedio varios pasos, roja como un tomate bien maduro. Hubo un momento de silencio, luego se oyo una molesta risita, con la cual se reanudo la conversacion. En ese momento sono el timbre para entrar a clase; mas y mas gente comenzo a entrar al aula, mientras se sentaban, esperando a la maestra. Unos segundos despues entro la profesora, con un libro debajo del brazo, sonriendo como una idiota.
-Hola chicos, mi nombre es Reggina Duarte, y sere su profesora de matematica este año.
Era una mujer flaca, muy flaca, con una cabeza grande para el tamaño de su cuerpo, de tez blanca, y cabello castaño, seco y hecho paja. Comenzo a escribir una serie de ejercicios en el tablero, mientras todos hablaban entre si. En un momento de la clase, Reggina pregunto por una operacion, y fue Kyouki quien levanto la mano, y obviamente, respondio acertadamente. Todo salon volteo a ver con mirada asesina a la nueva cerebrito de la clase, largando un suspiro de fastidio al mismo tiempo, junto a varias maldiciones.
La hora transcurrio rapida, y en medio de una explicacion, sono el timbre del recreo. La ojiverde se acerco a Kashuka y la tomo de brazo antes de perderla de vista.
-¿Que crees que haces?-pregunto fastidiada.
-¿No pensabas saludarme?-dijo simpaticamente.
-No.-respondio secamente, soltandose de Kyouki.
La peliceleste quedo atonita, pero este rostro se desvanecio a sentir una mano sobre su hombro.
-Dejala, siempre es asi.-dijo serenamente un muchacho.
-Ryo, bueno, es que...
-Ven, te mostrare la tienda, tal ves tengas hambre.-dijo apresuradamente sin dejarla hablar, tomandola del brazo.
Unos minutos luego, sono el timbre para volver a entrar. No voy a contar todo lo que sucedio, si que Kyouki volvio a quedar mal frente a la clase, que el dia se torno pesado, y que la camida de la cafeteria era pesima.
Eran las 3 y media aproximadamentem y Kyouki segui esperando a su padre. Ya llevaba media hora de retraso, y, aunque no tueviese que hacer nada, no le gustaba llegar tarde. Un auto de color plateado estaciono frente al porton, e inmediatamente esta se paro y se subio a este apresuradamente.
-Hola, pa.-dijo la muchacha con la poca alegria que le quedaba.
-Hola, hija, ¿Que tal tu primer dia en la academia?-pregunto Endomirando hacia adelante.
-Bien, no me quejo...-dijo apoyando el codo sobre la puerta de automovil.
adiiiiiioooos!!
Capitulo 7: El primer dia en el infierno
Era lunes por la mañana, bien temprano, y no se escuchaba mas que un leve sususrro del viento contra las ramas secas del arbol vecino a la casa de los Mioto. Se oyo un leve ruido de pasos acelerados en la sala, y mas rapidamente un sonido de pantuflas que se arrastraban.
-Kyouki, estate quieta...-dijo Christine con gran pereza.
-¡No puedo, Ma!-exclamo con entusiasmo.
Subio las escaleras corriendo, y entro en su habitacion, donde su hermana seguia durmiendo. Se vistio con el uniforme, que ayer le habria comprado su madre, y tiro a Kimiko de la cama.
-¡¿Que crees que haces, idiota?!-grito la castaña con ira, meintras se paraba, y le tiraba con una almohada.
-Venganza, Kimiko.-dijo con astucia saliendo de la habitacion.
-Arrgh, touche...-susurro mirandola con desprecio.
Kyouki se diriguio al baño, el cual estaba junto a su cuarto, y se peino tal y como lo hizo Kashuka aquella vez. Bajo las escaleras cona felicidad inmensa, y se sento a desayunar un trozo de un pastel de manzanas que habia preparado su madre el dia anterior. Se oyo de nuevo el sonido de las escaleras; era Kimiko, quien estaba apretandose los colinches, mientras tenia a su osito de una oreja con la boca. Deposito el osito en la mesa y miro a la peliceleste con el ceño fruncido, luego se diriguio a la heladera.
-Ma, ya no hay jugo...-exclamo en forma vaga y constante, con la cabeza oculta por la puerta de esta.
-Ah, si, lo que quedaba se lo tomo Kyouki.-contesto su madre, terminando de acomodar los platos de la noche anterior.
La pequeña castaña miro aun mas enfadada a su hermana quien ni le prestaba interes, mientras miraba la television. Tomo un vaso y se sirvio agua, luego tomo una rebana de tarta y se sento lejos de la ojiverde. Por la escalera bajo un hombre de cabello negro recortado bastante corto, con traje formal, y una expresion de leve felicidad en su rostro.
-¿Lista, hija?-pregunto Endo tomando su portafolio.
-¡Ajam!-exclamo tirando atras la silla de un golpe con las piernas.
Tomo un bolso cruzado de color arena, y se retiro rapidamente antes que su padre. Un rayo potente de luz que extrañamente atravezaba una parte del cielo sin nubes, cego a Kyouki, quien segundos despues se acostumbro. Se subieron al automovil plateado de su padre, y este se puso en marcha. Kyouki se estremecia contantemente producto a la adrenalina del tan esperado comienzo de las clases en la academia.
A medida que se iban acercando, pudieron observan siluetas grandes, de colores, y alargadas junto a personas, que se parabana conversar o entraban por el gran porton negro. En ese momento, un larguisimo dragon de color celeste claro como el cielo de la mañana, comenzo a volar junto al auto, esquivando los postes de luz, y los autos estacionados, fascinando rotundamente a Kyouki, quien lo admiraba sin poder creerlo. El dragon volo hacia arriba, y para su sorpresa, mas adelante lo esperaba nada mas y nada menos que Nishi. Su padre estaciono el auto frente al porton, y se bajaron al mismo tiempo, en eso, Kyouki sintio algo que la tocaba por detras.
-¡Kyouki! ¿Como estas?-pregunto animadamente el muchacho de ojos miel.
-Ah, Ryo, gracias, estoy bien, ¿Y tu?-respondio ella dandose la vuelta.
-Bien, por suerte.
Junto a el se erguia un gran y pesado dragon rojo oscuro, con escamas rojo brillante, de grandes alas, pesadas y cortas patas traseras, y fuertes y fornidas patas delanteras, con unas garras formidables. Una cabeza de forma mas que nada grande y robusta, con dos grandes fozas nasales por las cuales, en cada exalacion, se expelia humo, y unos ojos amarillos, brillantes que miraban fijamente a la muchacha.
-Uau, que hermoso.-exclamo Kyouki dandole a enternder que hablaba sobre su bestia.
-Jeje, su nombre es Sora, ella me ha acompañado desde pequeño.
-Ah, disculpa, crei que era niño.-dijo algo avergonzada.
-No hay problema.-agrego el animal exotico, sin mover los labios.
-¡¿P..Puede hablar?!-pregunto la peliceleste algo asustada.
-Claro, todos pueden.-dijo el muchacho simpaticamente.
Es eso sintio algo que le rozaba la espalda, y se volteo a ver rapidamente; era Kashuka, quien le dirigio la mirada unos pocos segundos. Junto a ella se erguia un drgaon color tierra, culla cobertura externa parecia estar hecha de rocas pegasdas una junto a la otra. Tenia un hocico grande y lleno de dientes, dos ojos grandes y amarillos, una rigida cola endurecida, dos fuertes patas delanteras, dos patas traseras tan fuertes omo para sostener tremendo peso, y un par de majestuosas y enormes alas, que estaban plegadas contra el cuerpo. Esta no le dirigio la palabra, simplemente cruzo el porton sin preocupacion.
Mientras las ojiverde miraba atentamente al animal, logro oir aullidos y abucheos, mientras que la gente abria paso. Dirigio la mirada hacia el lugar del que procedia el sonido, observo a una vanidosa joven de cabello negro y fuscia acompañada de dos jovenes, una a cada lado, y por supuesto, su guardian. Su dragon era casi dos veces mas grande alto que ella, y carecia de patas delanteras. De color negro con toques violacios, dos grandes patas traseras, un cuerpo grande y fuerte, con brillantes escamas, un cuello de un metro y medio de largo, una cola larga y fuerte, un parte alas espectaculares, que sentaban perfecto con el reptil, y una cabeza alargada, con ojos rojos carmesí, dos largos cuernos, los cuales poseian una leve ondulacion, unos grandes y afilados dientes amarillos, dentro de una enorme boca, de la cual se expelia un fuego color azul marino.
Las tres presumidas muchachas entraron por el porton, seguidas por sus guardianes, y de pronto, todo el mundo comenzo a hacer lo mismo. Kyouki y Ryo se apresuraron a imitarlos, y se encontraron con un inmenso patio verde lleno de distintas clases de guardianes, como gargolas, grifos, centauros, faunos, tigres, dragones, etc. Ambos se dirigieron a recoger su horario, y de camino hacia su clase, Kyouki accidentalmente choco contra un muchacho.
-L...Lo siento...-comenzo a tartamudear-...¿Nishi?
-Kyouki, ¿verdad?
-Si...-respondio sin saber que mas agregar.
El joven le abrio paso, y se fue en la direccion contraria. Revolvio su cabeza rapidamente, despejandose de todo pensamiento, y volvio hacia su destino, el salon de clases 3d.
Caminaba por los pasillos con una velocidad normal, mientras observaba cada cosa, y a cada persona. Habia afiches y carteles pegados en la paredes de ladrillo, y gente de todo el mundo; España, portugal, Indonesia, India, Africa, Canada, Francia, Italia, Argentina, etc.
Se encontro con la puerta de su salon; 3d. Abrio lentamente la puerta, dando a conocer asi a un gran salon de ladrillo, con piso de baldosa gris, pupitres, un escritorio, una biblioteca de metal, unos casilleros, y un tablero de tiza. En una esuqina del salon, junto a un de los ventanales, se encontraba Kirai, rodeada de un grupo de personas, riendo y sonriendo falsamente constantemente. Kyouki se acerco a un pupitre y deposito su mochila alli, ya que supuso que no tenia "dueño". Volteo a ver la cabeza hacia otro lado, y se encontro con que Kashuka tambien estaba en el mismo salon de clases que ella, y se le acerco.
-¡Kashuka!-exclamo Kyouki, tratando de llamar su atencion.
Al parecer, su exclamacion atrajo la atencion de la gente, haciendo ver en ridiculo a la pobre peliturquesa. Se callo y retrocedio varios pasos, roja como un tomate bien maduro. Hubo un momento de silencio, luego se oyo una molesta risita, con la cual se reanudo la conversacion. En ese momento sono el timbre para entrar a clase; mas y mas gente comenzo a entrar al aula, mientras se sentaban, esperando a la maestra. Unos segundos despues entro la profesora, con un libro debajo del brazo, sonriendo como una idiota.
-Hola chicos, mi nombre es Reggina Duarte, y sere su profesora de matematica este año.
Era una mujer flaca, muy flaca, con una cabeza grande para el tamaño de su cuerpo, de tez blanca, y cabello castaño, seco y hecho paja. Comenzo a escribir una serie de ejercicios en el tablero, mientras todos hablaban entre si. En un momento de la clase, Reggina pregunto por una operacion, y fue Kyouki quien levanto la mano, y obviamente, respondio acertadamente. Todo salon volteo a ver con mirada asesina a la nueva cerebrito de la clase, largando un suspiro de fastidio al mismo tiempo, junto a varias maldiciones.
La hora transcurrio rapida, y en medio de una explicacion, sono el timbre del recreo. La ojiverde se acerco a Kashuka y la tomo de brazo antes de perderla de vista.
-¿Que crees que haces?-pregunto fastidiada.
-¿No pensabas saludarme?-dijo simpaticamente.
-No.-respondio secamente, soltandose de Kyouki.
La peliceleste quedo atonita, pero este rostro se desvanecio a sentir una mano sobre su hombro.
-Dejala, siempre es asi.-dijo serenamente un muchacho.
-Ryo, bueno, es que...
-Ven, te mostrare la tienda, tal ves tengas hambre.-dijo apresuradamente sin dejarla hablar, tomandola del brazo.
Unos minutos luego, sono el timbre para volver a entrar. No voy a contar todo lo que sucedio, si que Kyouki volvio a quedar mal frente a la clase, que el dia se torno pesado, y que la camida de la cafeteria era pesima.
Eran las 3 y media aproximadamentem y Kyouki segui esperando a su padre. Ya llevaba media hora de retraso, y, aunque no tueviese que hacer nada, no le gustaba llegar tarde. Un auto de color plateado estaciono frente al porton, e inmediatamente esta se paro y se subio a este apresuradamente.
-Hola, pa.-dijo la muchacha con la poca alegria que le quedaba.
-Hola, hija, ¿Que tal tu primer dia en la academia?-pregunto Endomirando hacia adelante.
-Bien, no me quejo...-dijo apoyando el codo sobre la puerta de automovil.
adiiiiiioooos!!
sakura-chan- Administrador
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Re: Dragon KAMIKAZE ---- Primera temporada: El camino del dragon
muy bueno!!! despues de años o siglos sin aparecer por aki y acordarme de q estaba registrao por aki...xDDD
(demasiadas cosas. falta de tiempo...)
bueno, asta q nos volvamos a leer. xD
(demasiadas cosas. falta de tiempo...)
bueno, asta q nos volvamos a leer. xD
Black_Cat- Moderador
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